"La idea de artista es insoportable"
Dora García (Valladolid, 1965) inaugura el 8 de octubre en el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC) una exposición titulada ¿Dónde van los personajes cuando la novela se acaba? donde retoma sus constantes narrativas, alterando los vínculos entre obra de arte, autor y público. Un conjunto de siete propuestas, alguna producida específicamente para este proyecto, que se accionan en su relación con el espectador. Esta muestra, comisariada por Eva González-Sancho, coincide con su presencia en la galería ProjecteSD de Barcelona y en la Bienal de Lyon.
PREGUNTA. Esta exposición es un compendio de las claves que definen su trabajo. ¿Cómo afrontó este proyecto?
RESPUESTA. Desde que empecé a trabajar, todas las estructuras de las obras siempre han sido de narrativa, con una relación con la idea de personaje y de historia. Al cabo de los años percibo que hay personajes que se repiten, historias que mutan en otras historias. Veo una especie de continuidad. Entiendo la idea de ficción como una especie de milhojas, como vasos comunicantes. Y eso, a la vez, puede funcionar como un esquema real, de manera que en esta exposición, con la desaparición del proyecto de dirección de Manuel Olveira, que es quien la había iniciado, esa idea de ausencia está presente desde el principio. Me pareció que era el momento de describirlo: ¿Dónde van los personajes cuando la novela se acaba? La exposición tiene mucho de final y de nostalgia.
"La ficción es el único modo que tenemos de construir la realidad, de aprehenderla. Es una necesidad"
P. ¿Cómo diseña las exposiciones donde dialogan diversas propuestas?
R. En toda exposición de arte siempre se está presentando algo que no está ahí, ésa es la idea misma de representación. En mi caso es todo, todo mi trabajo versa sobre esa idea de lo que no está. Estamos ante un indicio de algo que ha pasado o está pasando en ese momento en otra parte. Por eso siempre hablo de los estados de las obras. Una obra tiene diferentes estados, y uno de ellos es el museográfico. Pero eso no quiere decir que esa obra termine ahí, puede estar ocurriendo a la vez en otra parte y de otra manera. Se ve muy claro en la obra The Beggar's Things.
P. En la exposición crea diversos niveles de conflicto con el espectador.
R.Por una parte, está esa idea de que lo que está presente es un indicio de otra cosa que no está. También hay un acento muy fuerte en el estar aquí y ahora. Hay cosas que se obvian en las exposiciones convencionales, como la cantidad de factores que conforman el estar en ese sitio determinado en un momento determinado. En Instant Narrative queda esa idea de que mientras estás allí observando o mirando, hay otro que te está mirando y tú mismo estás siendo expuesto. Se trata de despertar la intensidad de lo que tiene ese momento concreto. También se ve en otro trabajo, Robe este libro (2009), formado por 5.000 libros en cuya cubierta está impreso: "Robe este libro". La obra funciona por la calidad del texto que contiene, pero luego está el hecho de que sea un objeto que esté diciendo: róbame. Y en los museos no se roba, por lo que obedecer a la obra implica una transgresión del código de conducta. Cuando robas ese libro y lo llevas a casa, éste sigue diciendo que lo roben. El hecho de la transgresión se extiende en el tiempo en tanto en cuanto exista ese libro. Esto mismo puede decirse de otras obras, incluso últimamente al presentar los scripts de performances. Es como una superposición de anotaciones, la conciencia de lo que no está y la sobreconciencia de lo que está en ese momento.
P. Siempre esa frontera entre realidad y ficción.
R. No existe esa dicotomía realidad/ficción. La ficción es el único modo que tenemos de construir la realidad, de aprehenderla. Es una necesidad. La única diferencia está entre las ficciones útiles, que son las que creamos para sobrevivir, y las ficciones inútiles, que creamos para divertirnos. Todos tenemos que hacer una construcción del mundo para poder vivir en él. No hay otra manera de comunicarse con el mundo más que con la ficción.
P. Desde el propio título de la exposición queda presente la ruptura con la idea de autor.
R. En mis trabajos sobre los cómicos (Lenny Bruce y Andy Kaufman), o con el Mendigo (The Beggar's Opera, para Münster Sculpture Projects), es central la relación entre actor/autor/artista y público. Esa relación necesita ser calibrada constantemente, y de modo meticuloso. El problema del autor es que está empeñado en que las cosas tengan sentido, y el problema de su público es que sólo quiere autores que den sentido a las cosas. Se ve muy bien en las películas comerciales, donde no puede haber nada gratuito. Cuando, en la realidad, todo es gratuito y nada tiene sentido. Entonces, la idea de verdad significa renunciar al sentido, por lo tanto, renunciar a la autoría, y consecuentemente, perder la complicidad de gran parte del público.
P. Una característica que resume su obra es el carácter teatral.
R. Desde 2000, año en que comienzo a trabajar con actores, advertí muchas conexiones con el teatro o la danza experimentales, con autores como Jérôme Bel. Una conexión con el rechazo de ciertas convenciones en el teatro, en la literatura. Rechazar las convenciones tiene que ver con la idea de dotar de intensidades nuevas un proceso que la convención ha anestesiado. Ése es el problema de la convención, que no se discute, no genera energía. Con el teatro hay muchos puntos de conexión, con los comediantes, con Lenny Bruce, con Andy Kaufman.
P. También destaca su propia invisibilidad como autora.
R. Tiene que ver con la desaparición del autor. Cuando hablamos de estos trabajos, esas cuestiones son necesidades. No se hace por ser modernos, sino porque hay cosas que son insoportables. Es insoportable la idea de autor, o la idea de artista. En la exposición se va a disponer una sala dedicada a documentación donde se presentará un vídeo descabellado de Martin Kippenberger, que construye una sátira feroz del formato "entrevista de artista". La propia idea de la entrevista de artista -la que estamos haciendo ahora- se ha convertido en insoportable, porque hay una serie de clichés que el público espera de ti, la exhibición de tu subjetividad.
P. En la exposición nos encontramos con Charles Filch, protagonista de The Beggar's Opera para Münster Sculpture Projects (http://www.thebeggarsopera.org/), que participa, junto a otros protagonistas, en la pieza ¿Dónde van los personajes cuando la novela se acaba?
R. En esta obra participan personajes míos, como Charles Filch o William Holden, junto con personas cercanas a mí, como el crítico de arte François Piron o el actor Geoffrey Carey. En estos vídeos se entrevistan mutuamente partiendo de esta premisa: todos mienten, y todos lo saben. Es como esas comedias de situación en donde todos mienten y lo saben y sin embargo mantienen la ficción porque les interesa, porque la verdad sería una opción mucho peor.
Dora García. ¿Dónde van los personajes cuando la novela se acaba? CGAC. Valle Inclán, s/n. Santiago de Compostela. Del 8 de octubre a enero de 2010. www.cgac.org/. Dora García. Men I love. ProjecteSD. Barcelona. Hasta el 11 de noviembre. www.projectesd.com/ Bienal de Lyon. Hasta el 3 de enero de 2010. www.biennale-de-lyon.org/.
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