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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Los días más felices

Narrativa. El boliviano Rodrigo Hasbún (Cochabamba, 1981) fue elegido hace un año por la edición en español de la revista Granta como uno de "los mejores narradores jóvenes en español" y en ese número monográfico de la revista aparecía, a modo de presentación, el relato El lugar de las pérdidas, que es ahora parte significativa de esta colección de cuentos que publica Duomo Ediciones. Y lo es porque en este relato, que no es el que más me ha gustado con todo, se incluyen algunos elementos que, dispersos por el resto de las páginas, le dan una cierta unidad al conjunto, tanto que, acaso, pudiera leerse, si se quiere, la colección como una novela de ventanas abiertas, de vasos comunicantes, donde personajes de unas historias pasan a tener otro papel, complementario, auxiliar o significativo en historias vecinas. Y es que la mayoría de estos relatos, que completan -irónica o realmente- Los días más felices del título, están (des)armados con palabras y con silencios, palabras y silencios que enhebran pérdidas -hay muchas-, ausencias, huidas, y algunas te conducen al final de la vida, al dolor de envejecer, esos viejos, abuelo, abuela -la familia, en sus mil vicisitudes, tan presente en estos cuentos-, que se van ahogando en sus propias vidas; viejos, o niños, adolescentes, jóvenes, que inician su andadura en el sexo, en el amor, esa primera vez tantas veces contada y a la que nunca renuncia el escritor, pues siempre hay en ese recordar esa primera vez algo de añoranza del paraíso perdido -en Hasbún, ese relato de la Casa Grande-. La vida, principio y fin, y la vida como coral que desentona o afina; hay espléndidos relatos a dos voces -él, ella-, o a tres, incluso, con el yo del narrador inmiscuyéndose, o contribuyendo. Hay historias de padres desorientados, y de hijos no menos desorientados, perplejos, unos, otros; vidas zarandeadas por las palabras y los silencios: palabras que sobresaltan al estallar, porque lo hacen de forma inesperada, casi a traición. Y cuando las palabras no estallan, abruma, estremece el silencio que lo envuelve todo como una neblina imprevista. No todos los días de Hasbún son felices, pero todos están llenos de sustancia.

Los días más felices

Rodrigo Hasbún

Duomo. Barcelona, 2011

132 páginas. 15 euros.

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