"Seguir así no nos garantiza el presente"

José Luis Curbelo dirige desde mayo Orkestra, el Instituto Vasco de Competitividad, dependiente de la Fundación Deusto.

Pregunta. Orkestra acaba de cumplir tres años. ¿Qué diagnóstico se puede trazar de su tarea?

Respuesta. El instituto ha vivido una fase de consolidación. Un elemento importante ha sido reclutar investigadores, identificar líneas estratégicas de trabajo y, con éxito desigual, cubrir las cátedras. Se han hecho bastantes investigaciones muy ligadas a dos áreas: innovación, clusters y economía regional, por un lado, y emprendizaje, por otro. En el primer caso, se ha querido definir y analizar el modelo vasco de competitividad; en el segundo, se ha trabajado especialmente en el emprendizaje de alto crecimiento. Y se han establecido relaciones con centros de excelencia de distintos países. Se han creado las bases de un instituto que debe tener un efecto importante en la sociedad.

"No es un lujo apostar por la innovación, es una necesidad"

"Una Euskadi independiente sería ciertamente menos competitiva"

P. El 2 de julio presentan su segundo informe de competitividad. ¿Qué imagen de Euskadi da?

R. Positiva, como no podía ser de otro modo. El País Vasco ha sido relativamente eficiente en mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos. Su altísimo nivel de PIB per cápita, sin embargo, contrasta con un desempeño no tan bueno si usamos indicadores de innovación: están por encima de la media española y a nivel de la UE-27, pero distantes del nivel de renta per cápita. Lo llamamos la paradoja competitiva. Una explicación es qué indicadores sobre innovación se deben aplicar. Y el modelo del País Vasco no se traduce tanto en su formalización, sino que se aprende haciendo, y lo que se va aprendiendo se implanta y no queda rastro estadístico. Ese modelo puede haber llegado al límite de eficiencia y debes introducir impulsos desde fuera de ese sistema: profundizar las conexiones con el sistema de innovación externo al País Vasco, atraer inversión extranjera o centros de investigación de élite,...

P. ¿Con la crisis innovación y competitividad son un lujo que la economía no puede permitirse?

R. Radicalmente, no. La innovación es la salida. La apuesta es tener una economía competitiva. La crisis de un sistema no significa que desaparezca. Es difícil pensar que el sistema resultante no sea de economía global. En un mundo globalizado la competencia entre sectores, empresas, regiones es una realidad. A largo plazo debes competir en ese mundo, y para competir tienes que mejorar tu productividad. Ése es el camino. No es un lujo apostar por la innovación, es una necesidad.

P. ¿La cultura de la competitividad ha calado entre los trabajadores, sobre todo cuando ven peligrar el empleo y la innovación pueder ser enemiga de su puesto?

R. Un cambio técnico defensivo, para ahorrar costes de trabajo, sí pudiera ser visto por el movimiento obrero como una amenaza. Hoy vemos que la I+D te va a permitir mantener segmentos de producción en tu entorno si eres capaz de apostar por los vectores de crecimiento.

P. ¿Quién es responsable de que Euskadi no sea más competitiva, la Administración y el sector público o las empresas privadas?

R. No creo que sea cuestión de responsables. La sociedad vasca ha tenido un funcionamiento muy eficiente. Lo que hay que preguntarse es si el modelo de crecimiento es suficiente para garantizar a los ciudadanos mantener el mismo nivel de vida. El informe de competitividad constata el envejecimiento brutal de la población vasca. No tenemos niños. Las futuras tasas de dependencia van a ser tremendas. Si queremos mantener nuestro nivel de vida vamos a tener que mejorar la productividad. La economía vasca debe reflexionar: estamos bien, pero ¿podemos seguir así? Podemos, pero eso no nos garantizaría que estemos en el futuro en las condiciones necesarias. Se tiene que alterar el modelo. Seguir así no nos garantiza el presente.

P. ¿Cuáles son los principales remoras para ese mayor avance?

R. La mayor, y más que rémora es una característica, es que la vasca es una economía abierta, pero debe abrirse más. Es una economía internacionalizada, pero hay que profundizar en ello, acercándose a mercados no tradicionales. El tamaño medio de la empresa vasca es relativamente pequeño, especialmente para los sectores en que se mueve, lo que le impide participar en ciertos tipos de proyectos o inversiones. Es una economía con un desarrollo muy acelerado, pero aún le queda muchísimo para avanzar. Debe atraer inversión y a profesionales de alto nivel. Es preciso evaluar la eficiencia de todo el sistema. Y recomendaría a las administraciones buscar mayor coordinación.

P. ¿Cuál es la empresa vasca más competitiva?

R. No lo sé. El Grupo Mondragón es un conjunto de empresas de lo más sugerente. Me fascina Aernnova, y Gamesa tiene una importante apuesta de futuro.

P. ¿Una Euskadi independiente sería más o menos competitiva?

R. Ciertamente menos.