El PNV consigue acaparar todo el poder

El PNV se ha salido al final con la suya como pretendía desde el principio y ya copa todo el poder en el primer Consejo de Administración de Kutxabank. La entidad, fruto de la fusión de las tres cajas vascas, que nació con el mayor apoyo social de la historia (por encima del 90% en cada una de sus asambleas), comenzará a operar el próximo lunes tras cerrar el menor de los acuerdos políticos posibles. El PNV cerró en la mañana de ayer con el PP el acuerdo por el que se reparten los 15 puestos del Consejo de Administración de la entidad, cinco menos de los inicialmente previstos. Pese a la reducción, los peneuvistas siguen copando 10 puestos, los mismos que querían cuando se negoció una configuración a 20 miembros. Bildu y los socialistas, segunda y tercera fuerzas políticas de Euskadi, se quedan fuera, aunque esa reducción de sillones abre la vía a una hipotética ampliación a ambos.

El PNV elige a cuatro excargos públicos, entre ellos Josu Ortuondo

Urkullu intervino directamente en el tramo final de las negociaciones

Fuentes de los negociadores reconocieron que la rebaja también es una forma de suavizar un acuerdo que en el Gobierno se ha recibido directamente como "impresentable".

"Nos hubiera gustado un final más feliz, pero eso no debe de empañar el gran logro del nombramiento del consejo de Kutxabank. Que dos partidos no estén cómodos no va a lastrar el futuro del banco", recalcó el presidente del PNV de Bizkaia, Andoni Ortuzar, cuando compareció por la tarde en la sede de su partido para analizar el acuerdo, el de mayor calado de ambas formaciones en esta legislatura, apenas un mes después de que pactasen las cuentas de Bizkaia para 2012.

Con la rebaja a 15 miembros, la vía para que PSE y Bildu se integren "más pronto, si quieren, que tarde, está abierta", dijo Ortuzar, tras criticar a quienes interpretaron las negociaciones para el máximo órgano del banco como las que se siguen para "elegir la Mesa del Parlamento".

Peneuvistas y populares remataron en la misma mañana de ayer las negociaciones sobre nombres concretos, en las que participó personalmente el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, según fuentes de los negociadores. Todo ello en coordinación con el presidente de BBK y futuro de Kutxabank, Mario Fernández, cuyo objetivo era, según medios de las cajas, garantizar un consejo "operativo y sin minorías de bloqueo". Sin embargo, no contaba con que al final se iban a quedar fuera dos partidos necesarios para que la entidad arranque con la fuerza del consenso, uno de ellos, además, instalado en Ajuria Enea.

Fernández sale reforzado con el resultado. BBK eligió a nueve de los consejeros, por cuatro de Kutxa y dos de Vital.

El nuevo consejo podría haber sido aun más excluyente. Anteanoche estuvo en el aire incluso la entrada del presidente de Vital, Carlos Zapatero, opción que finalmente no permitió BBK al entender que dejaba la fusión y el nacimiento de la entidad en situación delicada. Zapatero, elegido por consenso entre PNV y PP, representará indirectamente a los socialistas en el órgano de gobierno.

Con el consejo ayer aprobado, que se reunirá por vez primera el 2 de enero en Bilbao, Kutxabank tiene vía libre hasta que la nueva ley de Cajas obligue a recomponer las asambleas de cada entidad. En ese momento Bildu entrará en el consejo por su propio peso, "pero no está claro que el PSE vaya a tener más representación", aseguran directivos de las propias entidades.

Tanto PNV como PP culparon ayer de la situación a un "soberano" error negociador socialista por mantener el órdago de no aceptar los tres consejeros que al inicio les ofreció el PNV, y "otro error" más al apostar por nombres de marcado perfil político.

Ortuzar fue un poco más allá y aseguró que la labor de los partidos era ayudar "para garantizar la correcta defensa de los intereses públicos y de los impositores", pero no para condicionar su gestión desde posiciones políticas. Y sostuvo: "Mientras el PNV tenga responsabilidades, no va a haber mangoneo político en las cajas, y tampoco en el futuro banco".

El PNV, sin embargo, no deja de colocar como consejeros a personas con un claro pasado político. Al menos cuatro de los nombres que propuso, todos ellos elegiso por BBK son excargos públicos de la formación, incluyendo al exeurodiputado y exalcalde de Bilbao Josu Ortuondo y al exregidor de Erandio, Mikel Arrieta-Araunabeña.

Fuentes populares reconocían este hecho, cuando el PP había hecho bandera de que se profesionalizase al máximo el consejo del nuevo banco. Los cuatro representantes elegidos por los populasres sí cumplen esa condición.

"Hemos abordado el acuerdo pensando en colocar a las personas mejor preparadas y nuestra apuesta es la de personas con perfil técnico que nunca han tenido una vinculación política con el PP o con ninguna otra fuerza", insistió su número dos, Iñaki Oyarzábal, aunque sin criticar al PNV por salirse de ese guión.

El PP tenía claro que quería "estar en la caja desde el minuto uno", como recalcaba ayer uno de sus máximos dirigentes. Y para ello han terminado desairando de nuevo a su socio de gobierno, algo que explican para garantizar la "solidez" en el nacimiento de Kutxabank. Los populares no solo logran un representante más de los que iban a lograr al inicio del proceso, sino que gana influencia directa al sentar a dos de sus consejeros en la comisión ejecutiva, el verdadero núcleo de poder.

Peneuvistas y populares manejaron una serie de nombres de conocido prestigio cuando pensaron en un consejo a 20, que finalmente se cayeron tanto para abrir posible juego a PSE y Bildu como para no "quemarles" en el consejo para unos meses. Entres ellos estaban el presidente de Innobasque, Guillermo Ulacia; el consejero delegado de CAF, Andrés Arizkorreta; el presidente de la Federación Vizcaína del Metal Ignacio Sáenz de Gorbea, o el exconsejero de Hacienda Alfonso Basagoiti.