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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Linchar la igualdad

Cuando el anuncio de una campaña es capaz de levantar una reflexión como la reflejada por Enrique Lynch en su artículo Revanchismo de género (EL PAÍS, 19-11-2009), algo no funciona en nuestra sociedad.

Ver en la reivindicación de la igualdad una revancha es entender que la desigualdad tiene legitimidad, y concluir que si no se es más se es menos, es renunciar de entrada a la igualdad denostada, puesto que entre el más y el menos se encuentra el igual.

Cuando reivindicamos, mujeres y hombres, la igualdad, no se está impidiendo que haya hombres que tengan más éxito que las mujeres, sino que sea debido a su esfuerzo y no al abuso de unos privilegios, o la ausencia de unas cargas de las que ellas no han podido desprenderse.

Sorprende que las mismas voces que tanto cuestionan la igualdad nunca hayan hablado cuando las mujeres son asesinadas, maltratadas o discriminadas, claro que para eso están los que Lynch llama los "machos ignorantes y brutales".

Lo que ha hecho Lynch ha sido linchar la igualdad, una actitud muy pobre que muchos posmachistas habrán aplaudido, quizá porque sepan que ese sonido de las palmas suena cada vez más a despedida.- Miguel Lorente Acosta, delegado del Gobierno para la Violencia de Género. Madrid.

Me ha sorprendido muy negativamente el escaso nivel argumentativo y la manipulación analítica que se extrae del artículo del señor Enrique Lynch publicado por su periódico.

No sólo confunde todo lo que viene de las mujeres con el feminismo, sino que también hace gala de un profundo desconocimiento de esta teoría de la igualdad. Mientras que el machismo -que no es todo lo que procede de los hombres- promueve el predominio del varón, el feminismo lucha por la igualdad con independencia del género. No ataca a los hombres, sino al sistema patriarcal. No son, pues, equiparables.

Tampoco tiene sentido que Lynch considere que el que una mujer no acepte ser menos que los hombres de su entorno implica que quiere ser más. ¿No puede querer ser, sencillamente, igual? La igualdad a la que se refiere el mensaje es, supongo, en dignidad y derechos.

Respecto a lo de que las mujeres españolas no tienen necesariamente muchas parejas, pues, no sé, cada una tendrá las que quiera y pueda, pero el mensaje habla de hombres en su vida: parejas, hijos, jefes, compañeros, etcétera. Pero aunque hablara en concreto de parejas, ¿qué problema hay en que una mujer visualice su futuro con sucesivas parejas sentimentales y/o sexuales?

Por último, y lo más indignante, culpar a un supuesto revanchismo de las mujeres del incremento de la violencia de género recuerda a los tiempos en los que las mujeres eran consideradas culpables de las violaciones por llevar minifaldas. Indigno de su periódico, se lo aseguro.

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