Graduado escolar y carné de conducir
La disminución de los accidentes de tráfico es un objetivo de interés general que beneficia al conjunto de la sociedad, por el drama humano que suponen y por el enorme coste social añadido. La percepción del ciudadano medio es que la Dirección General de Tráfico hace todo lo posible para alcanzar ese objetivo, pero a veces da la impresión de que están solos. No vemos a otros ministerios o consejerías implicados. Tal vez el hecho de que las carreteras, sobre todo las secundarias, donde ocurren la mayoría de los accidentes, sean competencia de diferentes administraciones sea un motivo importante. ¿Nos iría mejor si la gestión estuviera centralizada?
Por otro lado, cabría también aumentar las exigencias a los futuros conductores, pues estamos poniendo un arma peligrosa en sus manos: exigir el graduado escolar para la obtención del carné de conducir.
La educación obligatoria de este país saldría también beneficiada, pues los alumnos disidentes tendrían una motivación extra para conseguir el título.
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