"Autoría intelectual" y el 'Yak-42'
Hemos conocido que el fiscal de la Audiencia Nacional, que lleva el caso de las falsas identificaciones del Yak-42, sólo pide el procesamiento de tres militares al juez Grande-Marlaska. Nos sorprende ingratamente la celeridad por cerrar el caso que ha atravesado un galimatías de recurso tras recurso, cuando aún no se han encontrado a los verdaderos culpables e inductores del delito.
Ahora, que tanto se habla de la "autoría intelectual" de los atentados del 11-M, nos es imposible pensar que los autores y "cerebros" de urdir la trama, para repatriar urgentemente y como sea a nuestros 62 militares (hace ahora cuatro años y medio), sea idea de un general cardiólogo, Navarro, y dos patólogos, el comandante Ramírez y el capitán Sáez.
El fiscal no puede obviar las afirmaciones de uno de los cuatro únicos testigos que han declarado en el procedimiento en tres años, el comandante Ruiz de los Paños, que aseguró que a su regreso a España tras el accidente dijo a su superior en el Ministerio de Defensa que se habían repatriado 30 españoles sin identificar.
Un testigo de cargo es Keramettin Kurt (director del Instituto de Toxicología de Estambul, presente en las tareas de identificación), que hace un año declaró a un diario turco que "un viceministro de Defensa y unos generales", en una reunión "a fines de 2003", fueron a presionarle para que se inculpase por escrito de las falsas identidades, por si se descubría el delito. La declaración es importantísima porque demuestra que miembros de Defensa -a los que debe poner nombres-, ya tenían conocimiento de los errores antes de que se destaparan en el 2004 y trabajaron en la dirección de ocultar y solapar pruebas. Kurt aún no ha sido llamado a declarar a la Audiencia, tras la negativa de Marlaska, será la Sala de lo Penal quien decida.
Es necesario que no se deje de investigar y que se descubran a todos los "autores intelectuales", encubridores, y ejecutores de la trama del Yak-42 en la que fallecieron 62 militares españoles y cuyos familiares pedimos que se haga justicia.
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