Cumpleaños de Nicolás
"Los personajes de papel, estoy segura, saben que un creador no muere nunca...". Anne Goscinny escribió estas palabras como prólogo a las ochenta historias inéditas que rescató del olvido y publicó a partir de 2004. Un homenaje a El pequeño Nicolás, un universo que su padre, René Goscinny (1926-1977), inventó con palabras, y el dibujante Jean-Jacques Sempé (1932), con trazos.
Nicolás, la criatura de estos dos magos, cumple 50 años. Con motivo del aniversario, Alfaguara publica en español y en un nuevo formato tres clásicos de esta divertida historia de la literatura infantil: Los recreos del pequeño Nicolás, Las vacaciones del pequeño Nicolás y Los amiguetes del pequeño Nicolás. Tres volúmenes con los que la editorial española completa una colección de nueve tomos; desde El pequeño Nicolás de 1960 hasta ¡Ojo! con el pequeño Nicolás, aparecido en Francia en 2006. Unas historias con las que el parisiense Goscinny, más conocido por ser el guionista de cómics como Astérix y Lucky Luke, inventó una fórmula infalible: relatos de dos o tres páginas con las peripecias de un niño de carne y hueso, un estudiante normal pero espabilado, que narra en primera persona su rutina. Una estructura que funciona con los lectores adultos y que provoca chiribitas en los ojos de los más pequeños.
El pequeño Nicolás
René Goscinny y Jean-Jacques Sempé
Traducción de Miguel Azaola
Alfaguara. Madrid, 2009
Nueve títulos. 12,50 euros cada uno
Aterrizó en España en 1991. Y a pesar de estar ambientada en la Francia de los cincuenta, funcionó. Raúl González, director de Alfaguara infantil y juvenil, argumenta por qué: "Es un corredor de fondo, cada año nos da la alegría de 15.000 ejemplares vendidos. No es Stephenie Meyer [autora de la saga Crepúsculo]
: no lo veremos entre la lista de los más vendidos, pero se mantiene". Y da más datos: "Es el primer héroe infantil y realista que llega a España: Manolito Gafotas
[también de Alfaguara] es posterior. Pero en ambos casos su perdurabilidad es sorprendente, las modas pasan pero estos personajes resisten". Resulta infalible la ironía inocente de este colegial -mucho más cercano al creado por Elvira Lindo que a Harry Potter- que piensa que su madre le ordena que no coma más dulces no porque sean muchos sino porque el quinto es de cerezas. Un héroe encantador que disfruta leyendo en la cama historias de vaqueros antes de apagar la luz y con cada bocado de su día a día. Un personaje que como la Alicia de Lewis Carroll cuestiona sin saberlo los hábitos de los mayores.
Traducido a una treintena de idiomas, es en Francia donde el colegial es una estrella: no sorprende pues la adaptación al cine con actores de carne y hueso de la mano de Laurent Tirard (Las aventuras amorosas del joven Molière) -su estreno está previsto para finales de año-; ni la emisión a partir de septiembre de 52 episodios de dibujos animados en la cadena francesa M6.
Nicolás es hijo de la camaradería entre Goscinny y Sempé. El ilustrador lo contaba así: "Un día me encontré con René Goscinny, que acababa de llegar de Estados Unidos. Nos hicimos compinches en el acto". Y desde 1959, la pareja creó un episodio nuevo cada semana, primero para el periódico Sud-Ouest Dimanche y luego para la publicación Pilote. Pusieron en común sus recuerdos de la infancia. Y así nació una galería de personajes entrañables y eternos, toda una mitología: Alcestes, el mejor amigo de Nicolás; Clotario, el último de la clase, o Godofredo, el ricachón. Y como ellos, los lectores pasados, presentes y futuros saben bien que hay historias que no mueren. Nunca.
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