Y la piqueta entró por fin en la Peineta
Las obras del futuro estadio del Atlético se inician con casi tres años de retraso
"El Atlético jugará en la Peineta a partir de 2010". Al menos eso era lo que pensaba el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, en diciembre de 2008, cuando el Consistorio y el Atlético firmaron un convenio para la mudanza del conjunto rojiblanco de la ribera del Manzanares al barrio de San Blas. El crash inmobiliario, precursor de la crisis que azota España, paralizó el proyecto de forma indefinida, mientras Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín, los principales accionistas del club, lanzaban una cortina de humo tras otra anunciando la fecha del inicio de las obras.
Pese a los intentos de distracción del club, que llegó a repartir unas fotos de la Peineta tomada por camiones y excavadoras -no les otorgaron las licencias de obras correspondientes hasta julio-, las obras comenzaron oficialmente ayer, casi tres años después, con el derribo de una parte de la grada secundaria (la semana pasada se retiró parte del alumbrado).
La división de demoliciones de AG, encargada también de tirar abajo la sede de la cervecera Mahou, es la responsable del cambio radical que experimentará la vieja Peineta. En principio, el Atlético no jugará en su nueva casa hasta la temporada 2015-2016.
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