"Se está perdiendo la autenticidad"
Enrique de Melchor (Marchena, Sevilla, 1951) comenzó a tocar de la mano de su padre, conocido como Enrique de Marchena, también guitarrista.
Pregunta. ¿Cómo fue su debut en el tablao Los Canasteros?
Respuesta: Yo salí al escenario con 15 años. Yo era el niño de allí, porque estaban Caracol, Sordera, Lebrijano, la Paquera... Yo vi ese mundo tan bonito, las mujeres tan guapas... Me enamoré del flamenco. Yo estaba estudiando el bachiller y me trajo mi padre a Madrid y yo le dije: "Yo quiero ser guitarrista, yo qué hago en Marchena". Era un mundo muy bonito. Tú imagínate, con tantos grandes artistas... Había colorido.
P. En su carrera ha sido un gran acompañante del cante. ¿Qué diferencias hay con ser concertista?
R. Es muy diferente. Yo he tenido la suerte de haber grabado 200 o 300 discos de otros. Así que le doy mucho mérito a los guitarristas, porque tenemos que adaptarnos a todo. Y los cantaores son muy diferentes unos de otros, uno canta muy rápido, otro canta muy lento, otro canta de otra forma... Y nosotros tenemos que saber acompañarle a cada uno. Es un trabajo dificilísimo y eso te hace formarte.
P. ¿Qué opina de los guitarristas más jóvenes, hay cantera?
R. Hay buenísimos guitarristas, pero yo creo que se está perdiendo mucha personalidad. Con todo mi respeto, hoy se toca mejor que nunca, pero se está perdiendo la autenticidad, porque tengo que mirar la carátula del disco para saber quién está tocando, y esto es un problema que hay que solucionar rápidamente.
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