Una concesión de ida y vuelta

A unos días para que se falle el concurso que adjudicará durante los próximos 10 años la concesión del autobús turístico en Madrid, todo parece indicar que la elegida va a ser la misma empresa que ha venido gestionando el servicio en los últimos 10 años, el grupo Julià. Y eso después del monumental lío que se formó a principios de enero, cuando Madrid Visión (una UTE formada por Julià, Trapsa) dejó de prestar el servicio tras la finalización de la concesión y se negó a devolver los 28 autobuses que por contrato pertenecían al Ayuntamiento de Madrid, con cruce de declaraciones altisonantes por las dos partes. El Consistorio amenazó con emprender acciones legales contra Madrid Visión si no entregaba los vehículos. Al final los autobuses volvieron a las cocheras de la Empresa Municipal de Transportes y desde finales de enero es la propia EMT la que presta el servicio.

Barcelona tiene muchos más usuarios con un 25% de turistas menos

IU y PSOE han pedido que el servicio lo gestione la EMT

Este periódico ha tenido acceso a la puntuación que concede el Ayuntamiento a las ofertas de las empresas que se presentaron a la nueva concesión, nueve en total, entre las que están grandes del sector del turismo y el transporte como El Corte Inglés, Globalia, Auto Res y el Grupo Arriva (perteneciente al gigante ferroviario alemán Deutsche Bahn). El Consistorio ha puntuado los proyectos con dos baremos: valorable en cifras (hasta 65 puntos) y no valorable en cifras (35 puntos). En esta segunda categoría, la UTE formada por Julià, Alsa y Transportes Bacoma ha obtenido 27 puntos (más 3,5 de mejora), muy por encima del resto de las candidatas.

La puntuación valorable en cifras se deriva de las ofertas económicas que han ofrecido las empresas candidatas. El Ayuntamiento exige, como mínimo, un canon anual de 1.050.000 euros, más otro variable que será del 3,5% si la facturación bruta anual no pasa de nueve millones o del 4,5% si supera esa cifra. Pues bien, Julià y Alsa ofrecen 3.003.000 euros de canon fijo, más el 19% de variable si no supera los nueve millones de facturación o el 6% si lo supera. Las cifras, de nuevo, son muy superiores a las que ofrecen el resto de sus competidores, sobre todo ese 19%.

Y ahí es donde surgen las protestas de algunos. Según datos ofrecidos por el Ayuntamiento en un anteproyecto económico del servicio al que también ha tenido acceso EL PAÍS, los media de ingresos anuales que obtuvo Madrid Visión entre los 2006 y 2009, último año del que se conocen las cifras, fue de siete millones de euros. Según fuentes del sector, si Julià ofrece tres millones de canon fijo más 1.355.000 (19%) de canon variable, es imposible que obtenga beneficios tras pagar sueldos, infraestructura y mantenimiento de vehículos. "Va a ofrecer un servicio que le va a costar dinero", asegura un experto de este sector turístico. La empresa Julià declinó hablar con este periódico hasta que el Ayuntamiento no adjudique oficialmente la concesión.

El proyecto económico realizado por el Consistorio para informar a las empresas candidatas ha sido elaborado con los datos que facilitó la anterior concesionaria, es decir, Julià. Según datos aportados por Madrid Visión, en 2009 se subieron al bus turístico 476.000 usuarios. La cifra contrasta con los 2.151.000 usuarios que utilizaron el Bus Turistic que ofrece la empresa pública TMB en Barcelona en el mismo año, según explica el Ayuntamiento de Madrid en su proyecto económico. Además, en la capital catalana existe otro autobús turístico, que gestiona precisamente Julià, bajo el nombre de Barcelona City Tour, y que aporta varios miles de viajeros más a la estadística.

La comparación entre el número de usuarios en Madrid y Barcelona resulta sorprendente cuando se comprueba que los turistas que visitaron Madrid ese año fueron 7.441.000 frente a los 5.582.000 que recibió Barcelona.

El Ayuntamiento intenta dar alguna explicación en su proyecto económico del servicio de por qué Madrid tiene muchos usuarios menos del bus turístico a pesar de tener un 25% más de visitantes: hay mayor número de turistas internacionales en Barcelona, se quedan algo más de tiempo y las zonas cercanas de la costa catalana pueden aportar usuarios. Aunque hay otras opiniones. Ángel Lara, concejal de Izquierda Unida, afirmó en la comisión extraordinaria de seguridad y movilidad celebrada el pasado 21 de enero sobre el tema: "Eche un vistazo", le dijo al concejal de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo, "a los viajeros que mueve este servicio en Barcelona y verá que en Madrid ha estado muy mal gestionado o nos han estado tomando el pelo con los datos que se nos han estado facilitando sistemáticamente". Lara también criticó que los autobuses que devolvió Madrid Visión se entregaron sin el sistema de billetaje electrónico.

El Ayuntamiento tiene previsto anunciar la concesión del bus turístico antes de que acabe marzo. A partir de entonces, la concesionaria tiene 150 días para poner el servicio en marcha. Julià asegura en su oferta que puede estar funcionando en menos tiempo, 112 días.

Tanto el PSOE como IU han pedido al Ayuntamiento que el autobús turístico sea gestionado directamente por la EMT. El pasado mes de noviembre se conoció un informe realizado por el Consistorio en el que se decía que asumir este servicio sería deficitario y costaría 253.000 euros al año a las arcas locales. Sin embargo, el Consistorio, en su estudio económico del servicio realizado ahora, considera que la concesionaria tendría un retorno económico al final de la concesión de 4.400.000 euros con un escenario de crisis y de casi 10 millones si la economía repunta.