Sin casa y con 300.000 euros de deuda
Solidarios e indignados se concentran ante una sucursal bancaria y piden al director que conceda la dación en pago a un padre con cinco hijos
El futuro tiene saldo negativo para Francisco José Fernández Pastor, un hombre de 39 años casado y con cinco hijos. A la orden de desahucio que pronto le llegará para que abandone su casa tiene que añadir la deuda hipotecaria de 312.000 euros que mantiene con el banco. "De esa cantidad, 112.000 es solo de intereses", apostilla.
Hasta 2008 Francisco llevaba una vida cómoda. Nivel económico medio, vivienda, autónomo pero con salario estable a fin de mes. La crisis invirtió las tornas. Se quedó en paro y pagar las letras del piso que había adquirido en 2002, cuya cantidad superaba los mil euros, se hacía cada vez más difícil. Aunque su mujer encontró empleo en un supermercado, el banco se negó a renegociar la deuda bajo esas nuevas condiciones: prestación por desempleo y trabajo temporal.
Francisco intentó ayer que el banco aceptara la dación en pago -es decir, que la entrega de la vivienda salde toda la deuda de la hipoteca-. Empezar de cero sin casa, pero sin deudas es "la única salida", argumentaba ayer Francisco. Aunque ha recuperado su trabajo como comercial de maquinaria industrial, su salario ha bajado hasta los 700 euros.
"Estamos permanentemente de mudanza", asegura Francisco que, a la espera de que les desahucien de su casa, ha repartido a sus hijos de entre 16 y 3 años: los dos pequeños viven con él y su mujer en un apartamento de 35 metros cuadrados que le ha prestado un cliente a título personal en Pastrana (Guadalajara) y los tres mayores se han trasladado a casa de la abuela en Andalucía.
Una treintena de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y de la asamblea del 15-M en Alcalá de Henares se concentraron ayer a las puertas de la sucursal del BBVA en la plaza de Cervantes de la localidad, para respaldar la petición del afectado y responsabilizarles de que en la Comunidad de Madrid se produzcan "unos 25 desahucios al día", según cifras del colectivo. "Aquí, a ti, aquí también te roban" y "Paco [el afectado] tiene cinco hijos" fueron algunos de los mensajes que lanzaron los indignados, que también pusieron pegatinas en los cristales con la frase "Este banco engaña, estafa y echa a la gente de su casa". Una decena de policías vigilaban las puertas de la entidad.
"Cualquiera puede encontrarse en esta situación", aseguraban miembros de la plataforma. La reunión entre Francisco, el director de la sucursal y David Cobo (representante de la PAH) duró cerca de hora y media. Presentaron una solicitud de dación en pago "que la comisión jurídica del banco estudiará. Por ahora no hay ningún acuerdo". La entidad rechazó la entrega de las llaves.
El caso de Francisco sirve para ilustrar algunas de las paradojas del mercado inmobiliario como que en 2008 el banco tasara la casa en 360.000 euros y hace unos meses se la adjudicara en subasta por 165.000. Cobo criticó ayer que la dación en pago sea un trato de favor para los particulares pero "habitual" en el caso de promotoras y constructoras que no pueden hacer frente a los créditos. Ayer, tras la reunión con el banco, Francisco lloraba y repetía: "No quiero que me regalen nada. Somos una familia normal pero no sé por qué tengo que pagar por algo que ya no tengo".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.