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La brecha de los suspensos

El sur y el este de la Comunidad, con rentas más bajas, a la zaga educativa - Un 26% de los alumnos no supera 4º de la ESO frente al 17% en la capitalLa comunidad educativa reclama reparto equitativo de alumnos y de recursos

Pilar Álvarez

Unos 10.000 alumnos madrileños suspenden cada año el último curso de Secundaria. Son uno de cada cinco alumnos de 4º de ESO. Estudiantes que o repiten o se van sin el título. Y que, agrupados en un mapa de la región, provienen sobre todo de dos zonas: el este y el sur de Madrid. Y principalmente de un sistema: la escuela pública. Es la brecha de los suspensos que esconde otra línea divisoria: la de la renta. La zona baja de la región es también la de menos ingresos por habitante.

Con los datos oficiales en la mano se puede dibujar una línea roja, una frontera que condena a un segmento de la población a peores resultados y, por tanto, a un futuro más difuso. ¿Cuál es la razón? ¿Por qué el fracaso se ceba con el sur y el este? ¿Y por qué la escuela pública se distancia tanto de la privada? El mapa a la derecha del texto es una foto fija que nos indica, por un lado, el porcentaje de alumnos suspensos en 4º de la ESO, según los últimos datos disponibles de la Estadística de la Enseñanza de la Comunidad de Madrid del curso 2007-2008. Y junto a esa cifra, muestra la renta media por habitante. Las zonas más pobres obtienen peores resultados. En el este y sur de la región suspendió uno de cada cuatro alumnos (26 y 24,1%, respectivamente), lejos de los resultados logrados en la capital (17,1), en el norte (16) o en el oeste (13,6).

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Más de una cuarta parte de los estudiantes de los centros públicos (27%) catearon el curso. El porcentaje casi dobla al de suspensos de la enseñanza concertada (14%) y es siete veces superior al de los centros privados (4%).

En cuanto a las causas, una obtiene consenso: la estrecha relación entre la situación socioeconómica y los resultados educativos. Las familias con más poder adquisitivo y los estudiantes con padres universitarios tienen más posibilidades de éxito. Por el contrario, las dos zonas del mapa con peores resultados son las más pobres.

La media de renta por habitante y año en la región asciende a 17.997 euros. Coincide que el sur y el este, que encabezan los suspensos, son las dos únicas que están por debajo de esa cifra, con 14.041 y 16.007 euros, según las estimaciones de CC OO a partir de datos de población y renta del Instituto de Estadística de Madrid de 2007 y 2008. En el otro extremo, la zona oeste, con 10.000 euros más de renta por habitante (27.625 euros), tiene la mitad de suspensos que el este.

Hasta aquí llega el consenso. Porque la Comunidad de Madrid y el resto de los actores educativos no hablan de las mismas razones para explicar el fracaso escolar (y las posibles soluciones). La Comunidad de Madrid cree que la clave del asunto está "en el orden y la disciplina", según la viceconsejera de Educación, Alicia Delibes, que los sitúa en los centros concertados y privados. "Es más sencillo de organizar un colegio que tiene un equipo de dirección y profesores que obedecen al titular del centro", según la viceconsejera, que lo contrapone a los centros públicos en los que el grupo de dirección está formado por funcionarios. Delibes hace poca autocrítica a la hora de analizar la brecha de los suspensos. Rechaza que falten recursos o más apoyo por parte de su Administración, como señalan desde otros frentes educativos. La viceconsejera defiende que los malos resultados de la enseñanza pública frente a las redes privada y concertada no son achacables a políticas concretas de su consejería. Con más orden y equipos más compactos al frente de los colegios, insiste Delibes, la notable diferencia se estrecharía: "Planteamos que los directores de los centros públicos pudieran seleccionar parte de la plantilla entre la lista de interinos, pero es un proyecto muy condicionado por la normativa general".Por el contrario, otros miembros de la comunidad educativa (profesores, directores, oposición y sindicatos) culpan del fracaso a la Administración. Tienen claro que se necesita un reparto más equitativo de los alumnos (tres de cada cuatro extranjeros estudian en la pública) y más recurso para estos centros. "La consejería acierta cuando dice que necesitamos una mejor organización, pero esa no es la clave de la gran diferencia en los resultados por zonas", según José Antonio Martínez, presidente la asociación de directores de institutos de Madrid (Adimad). "Madrid ha ampliado el uso de los conciertos educativos, y la clase media ha abandonado los centros públicos porque creen que allí sus hijos tendrán problemas", añade.

La partida de los presupuestos de 2010 para la enseñanza concertada fue la única que creció (un 6,6% más) en un año de cuentas restrictivas generalizadas. "El Gobierno de Aguirre premia a la educación concertada y no debe hacerlo, porque la solución es la contraria: dar más recursos a los centros públicos que los hagan más atractivos para la clase media, con más servicios complementarios, más actividades extraescolares y mejores horarios", añade Adolfo Navarro, diputado socialista. Navarro culpa al Ejecutivo regional del PP de "haber dilapidado" uno de los últimos intentos conjuntos para mejorar la situación: el pacto que lideró sin éxito el Ministerio de Educación.

Paco García, responsable educativo en Madrid del sindicato CC OO, explica esa diferencia de los resultados educativos con lo que él llama la "desinversión educativa" del Gobierno regional y pide medidas compensatorias, más recursos y apoyos en los centros con alumnos con un nivel social y cultural más bajo.

Getafe es uno de los municipios que se sitúa en la línea roja de los suspensos. Miguel Miguel Lancho, del Movimiento de Renovación Pedagógica y profesor en el instituto Altaír de esa localidad, afirma rotundo: "Sufrimos año tras año una lluvia fina: somos menos profesores con más alumnos en el aula".

El inspector educativo Marcelino Guerrero defiende "una escolarización homogénea" y critica que, tras la libertad de elección de los padres [una de las banderas de la Consejería de Educación] "se esconde la libertad de los centros de elegir alumnos con cuotas y otros trucos".

"Con los alumnos con dificultades agrupados en las escuelas públicas no necesitamos ningún estudio econométrico para saber que eso influye que disminuya la nota media del centro", añade David Trillo, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Trillo alerta de que, sin un cambio de rumbo, "las escuelas públicas acabarán convertidas en guetos".

Un profesor imparte clase en el instituto de secundaria Alarnes en Getafe.
Un profesor imparte clase en el instituto de secundaria Alarnes en Getafe.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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