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JUICIO DEL BALCÓN DE ROSALES

"Fueron unas patadas salvajes"

Un primo y un amigo de Álvaro Ussía relatan cómo los tres porteros le pegaron brutalmente - Señalan a Pitoño como autor de la agresión mortal en la discoteca

F. Javier Barroso

Los relatos de quienes acompañaban a Álvaro Ussía la noche de su muerte a las puertas de la discoteca Balcón de Rosales la madrugada del 15 de noviembre de 2008 resultaron sobrecogedores. "Fueron unas patadas salvajes", declaró Rafael Lebrusán, amigo del fallecido. Su testimonio y el de Diego Rovira Álvarez, primo de Ussía, contradijeron ayer, durante la segunda sesión del juicio que se celebra ante un jurado popular en la Audiencia Provincial, las versiones de los porteros de la discoteca. En especial, la del principal acusado, Antonio Sánchez, Pitoño.

Según declararon ambos testigos, Ussía quedó aquella noche con su primo, Diego Rovira, para celebrar el santo de este. Fueron a tomar unas copas y luego quedaron en el Balcón de Rosales con Rafael Lebrusán y con otro amigo, Jorge Vilanova. Llegaron alrededor de las doce y media de la noche. Estuvieron por la discoteca hasta las cinco de la madrugada. A esa hora decidieron marcharse, pero en ese momento pusieron una de las canciones favoritas de Ussía y de Lebrusán, por lo que decidieron salir a la pista de baile. "Álvaro me dio un empujón y yo pisé sin querer a una mujer. Me di la vuelta y le pedí perdón. Álvaro hizo lo mismo. La chica se puso como una fiera. Llamó a un portero, que era su novio, y le contó lo sucedido", declaró Lebrusán.

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Según su relato, el portero, de nombre Rodrigo, cogió a Ussía del cuello y le sacó desde el final de la discoteca hasta la entrada. Solo le soltó en la recepción. Otros dos porteros le acompañaron durante el recorrido. "En lugar de invitarle a salir, le agarró de forma violenta", explicó el testigo.

Ussía recriminó a los porteros que le echaran de la discoteca cuando él había pagado la entrada y no había hecho nada malo. Les dijo que le dejaran volver. Los porteros le respondieron que se marchara a casa y que no molestara, a lo que el joven respondió con insultos. "Le cogí de un brazo y le dije que nos fuéramos a casa. Que tratara de evitar el meternos en problemas, porque con los porteros no se puede hablar. Nunca escuchan", añadió el amigo de Ussía.El joven comenzó a subir las escaleras que unen la discoteca con el paseo del Pintor Rosales, pero a medio camino se soltó, se paró y comenzó a insultar de nuevo a los porteros. Soltó improperios como "hijo de puta" y "foca", según el testigo. "Los tres porteros subieron como fieras, corriendo. Uno de ellos [Pitoño] le cogió del abrigo, y entre los tres le subieron las escaleras, sin que Álvaro pudiera siquiera defenderse", relató Lebrusán.

El que estaba mirando todo lo que ocurría a pocos metros de distancia era el primo de Ussía. "Cuando estaban arriba Álvaro y los tres porteros, uno de ellos le barrió con una zancadilla y le tiró al suelo. El que lo hizo fue Pitoño. Lo recuerdo perfectamente", declaró Diego Rovira. "Álvaro intentó cogerse de la ropa del portero cuando se iba a caer, pero no lo consiguió. De hecho, se golpeó la cabeza contra el suelo", detalló.

El joven cayó boca arriba y se quedó inmóvil y con los ojos abiertos, según ambos testigos. Entonces, Pitoño cayó encima de la víctima. Entre los dos testigos hubo una pequeña discrepancia. Lebrusán afirmó que el portero se dejó caer con ambas piernas en el pecho de Ussía, mientras que Rovira mantuvo que se tiró encima. "Flexionó la pierna izquierda y con la derecha cayó encima de él. Álvaro ya estaba en el suelo inconsciente e inmóvil boca arriba", afirmó el familiar.

Mientras, los otros dos porteros (David Sancio y David Alonso de Aubarede) se pusieron a ambos lados de Ussía y de Pitoño para evitar que nadie pudiera socorrerlo. "Al ver que iba para allí, uno de los porteros me metió un empujón. Nunca pude ayudar a Álvaro porque me lo impidieron", explicó Lebrusán. "No intervine porque tenía miedo de que me hicieran algo a mí. Vi a tres maromos [los tres porteros] muy agresivos", añadió el primo de la víctima.

Pitoño aprovechó que estaba en el suelo para pegarle puñetazos en los costados: "Salvo en la cara, le pegó en todos los lados", explicó Lebrusán. Cuando se levantó, los otros dos porteros también la emprendieron a patadas contra Ussía. "Fueron unas patadas salvajes", declaró Lebrusán. Después los tres porteros se marcharon de nuevo a la discoteca. El joven, que ahora tiene 20 años, se acordaba incluso de cómo iba vestido Pitoño: llevaba un plumas tipo chaleco azul oscuro, unos vaqueros y unas zapatillas blancas.

Unos hombres que estaban por la zona y que pertenecían a Cruz Roja atendieron a la víctima hasta que llegó el Samur. Fueron su primo y su amigo los que les avisaron. "Cuando llegó la policía, les acompañé por la discoteca para buscar a los porteros, pero ya no estaban", afirmó Rovira.

Álvaro Ussía murió a las siete de la madrugada en el hospital Clínico. Los tres abogados de las defensas (uno por cada portero) intentaron desmontar las versiones del amigo íntimo y del primo de Ussía. Leyeron las declaraciones que hicieron ambos en la Jefatura Superior de Policía de Madrid y en el Juzgado de Instrucción número 43, pero los dos testigos se mantuvieron impasibles. "Cuando declaré ante la policía eran las nueve de la mañana, no había dormido en toda la noche, estaba con el shock de que acababa de morir mi primo y no sé muy bien lo que dije. Solo me ratifico en lo que dije en el juzgado", afirmó Rovira, que empleó un lenguaje especialmente técnico pese a tener solo 18 años. Las mismas explicaciones fueron las que aportó momentos después Lebrusán.

Dos de los tres abogados de la defensa pidieron que el tribunal deduzca testimonio a ambos testigos por haber mentido en sus declaraciones. Este extremo lo tendrá que valorar el jurado y la magistrada presidente en la redacción de la sentencia.

En la jornada de ayer también testificó Fernando R., otro joven que estaba en la discoteca cuando ocurrieron los hechos. Este declaró que los tres porteros impidieron en todo momento que los amigos se acercaran a ayudar a Ussía, cuando estaba siendo atacado. "Mucha gente se acercó para que no le pegasen y decían a los porteros que se estuviesen quietos", afirmó Fernando R. "Aléjate o te damos a ti", fue una de las frases que le soltó uno de los porteros durante la agresión a Ussía.

El testigo recordó que Pitoño llevaba unos guantes de cuero. También añadió que tiró al suelo a la víctima y que se subió encima de él. Acto seguido le agredió varias veces en cuestión de segundos, según el testigo.

Pitoño, de espaldas, en la primera jornada. Atrás a la derecha, Alonso se tapa con una carpeta.
Pitoño, de espaldas, en la primera jornada. Atrás a la derecha, Alonso se tapa con una carpeta.SAMUEL SÁNCHEZ

13 sesiones

- El juicio por la muerte de Álvaro Ussía se desarrolla en la sección 23ª de la Audiencia Provincial mediante jurado. Este lo forman seis hombres y cinco mujeres (nueve titulares y dos suplentes).

- En principio estaban fijadas 12 sesiones, pero el retraso en la elección del jurado el primer día (el martes) ha obligado a habilitar nuevas sesiones.

- Hoy había descanso, pero la magistrada decidió que declararan 12 testigos para agilizar el procedimiento.

Versión de los testigos del crimen

- Llegada a la discoteca. Álvaro Ussía acude junto con su primo Diego Rovira a la discoteca Balcón de Rosales tras tomar unas copas fuera. Allí ha quedado con su amigo íntimo Rafael Lebrusán.

- Pisotón en la sala de baile. Ussía y Lebrusán deciden marcharse porque es tarde, alrededor de las cinco de la madrugada. Pero en ese momento ponen una canción que les gusta y salen a bailar. El joven empuja a su amigo y este pisa a una mujer, que resulta ser la novia de un portero.

- Expulsado del local. La mujer cuenta lo que ha pasado a su novio y este coge del cuello a Ussía y le arrastra por toda la discoteca hasta la recepción, donde le expulsa.

- Discusión e insultos. Álvaro Ussía se queja de que le hayan expulsado. Grita que él no ha hecho nada y los porteros le dicen que se marchen, que no moleste. El joven, con su enfado, empieza a insultar a los vigilantes, pero estos le responden. Rafael le coge del brazo e intenta llevárselo para evitar enfrentamientos.

- Agresión tras la bronca. En un principio parece que Ussía se tranquiliza, pero según sube las escaleras hacia el paseo de Pintor Rosales se encara de nuevo con los porteros. Estos salen enfurecidos y empujan al joven hasta arriba. Allí le tiran al suelo y uno de ellos, Pitoño, cae encima de él en su pecho. El joven se queda inconsciente, tendido boca arriba.

- Más patadas y huida. Una vez que Ussía está en el suelo, los otros dos porteros impiden que los amigos de Álvaro, en especial Lebrosán, se acerquen a ayudarlo. Aprovechan que se levanta Pitoño y le siguen dando patadas en el costado.

- Primeros auxilio y muerte. Los tres porteros se marchan. Unos voluntarios de Cruz Roja le atienden hasta que llega el Samur. Los facultativos ya le encuentran en parada cardiorrespiratoria. Le trasladan al hospital Clínico, donde muere a las siete de la mañana.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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