Abiertas tres investigaciones por el 'extravío' de los informes médicos

La Agencia de Protección de Datos de Madrid abrió ayer una investigación para aclarar la responsabilidad del hospital Puerta de Hierro en la pérdida de 1.500 informes médicos confidenciales que aparecieron el miércoles en un contenedor situado en un callejón junto al centro sanitario. Antonio Troncoso, director de la agencia, declaró que el caso podría constituir una infracción "muy grave".

La agencia abrió ayer un proceso de inspección para aclarar cómo pudieron acabar en un contenedor los más de 1.500 informes médicos confidenciales. Los documentos incluían el nombre, apellidos, teléfono de contacto, número de afiliación a la Seguridad Social y las enfermedades sufridas por los enfermos que pasaron por el hospital Puerta de Hierro en los meses de marzo y abril de 1998.

En algunos casos los informes revelaban las enfermedades psiquiátricas, las drogodependencias, las infecciones por sida y hepatitis y los problemas de esterilidad de los pacientes.

"Los datos incluidos en los informes médicos no son unos datos normales. Son datos especialmente protegidos por la ley porque afectan a la salud y a otras esferas íntimas de las personas", declaró Troncoso.

Según el director de la Agencia de Protección de Datos de Madrid, el expediente abierto por este organismo podría concluir de dos maneras: el inicio de un proceso de instrucción sancionador o bien en su archivo. "Yo preferiría no prejuzgar lo ocurrido hasta que la investigación lo aclare", añadió Troncoso. Sin embargo, éste señaló que los hechos podrían constituir una "infracción muy grave" de las leyes que protegen los datos personales de los ciudadanos.

El gerente del Puerta del Hierro, Joaquín Estévez, atribuyó ayer a un "error humano" el hecho de que los informes médicos acabaran en un contenedor. Posiblemente, según Estévez, porque esos papeles fueron tratados erróneamente como si fueren unos documentos menos sensibles.

Los informes médicos se acumulaban en la tarde del pasado miércoles dentro de un contenedor de plástico de color amarillo situado en el callejón que da acceso a los almacenes. Los informes, clasificados en grandes carpetas azules, sí estaban dentro de bolsas de plástico, pero éstas eran de las habitualmente utilizadas para envolver la basura doméstica y estaban rotas. Por esto, y porque el contenedor estaba lleno, algunos informes estaban esparcidos sobre el asfalto.

Estévez insistió en que el "error humano" se produjo en los procedimientos de eliminación de esos informes, ya que su destino era su destrucción, mediante trituración o incineración, para respetar así lo establecido por la Ley de Protección de Datos. Por ello, añadió el gerente del hospital público, ha abierto una investigación exhaustiva y ha sido destituida la jefe del archivo (responsable de la custodia de los informes). La Consejería de Sanidad también ha abierto otro expediente y ha designado a un instructor que ayer mismo empezó a tomar declaración a diversos empleados del hospital.

Estévez explicó que los informes fueron despositados en la tarde del martes en bolsas herméticamente cerradas para su eliminación. "Fue a lo largo de la noche del martes y hasta las ocho de la mañana del miércoles cuando alguien, sabiendo lo que hacía, abrió esas bolsas con la intención de desprestigiar" el trabajo de los profesionales de este hospital.