Un videojuego para aprender a hablar mejor
'Mi experto en vocabulario', desarrollado por un profesor español, recoge cerca de 17.000 palabras para jugar y mejorar el léxico
Mi experto en vocabulario, un videojuego que utiliza la tecnología como aliada para mejorar la riqueza léxica de jóvenes y mayores, invita a poner a prueba los conocimientos en la materia a través de casi 17.000 palabras seleccionadas por Antonio Moreno Ortiz, profesor de la Universidad de Málaga.
Este especialista en Lingüística Computacional y Lexicografía ha explicado que el juego, disponible para las consolas Wii y Nintendo DS, se basa en la clasificación de las palabras según su dificultad, que se realiza mediante un análisis estadístico de su aparición en textos y conversaciones.
De esta forma, si el vocablo aparece en más ocasiones se entiende que es más conocido, según Moreno Ortiz, que ha apuntado que "lo que parece un proceso fácil no lo es tanto, porque hay que tener una buena cantidad de textos y las herramientas informáticas que permitan analizarlos".
El corpus de palabras con el que ha trabajado este profesor procede de la lengua oral y, fundamentalmente, de la escrita, y se divide en géneros como el de textos escritos para ser leídos, en el que se engloban un discurso o el guión de una película, "que intentan emular el lenguaje hablado aunque no lo sean".
El juego consta de veinte niveles de dificultad, cada uno de ellos con 840 palabras, y el proceso de aprendizaje se basa en técnicas científicas por las que sólo se aprende un número máximo de vocablos en una sesión, "ya que si se intenta aprender demasiadas palabras en un día, no es posible asimilarlas".
Otro elemento es la repetición, ya que cuando se falla en una palabra, el juego corrige el error "y cierto tiempo después la vuelve a repetir de forma estudiada".
Fácil si eres constante
"Está diseñado para que todo el mundo pueda llegar al final, al cien por cien de potencial expresivo, y sólo se necesita ser constante", ha señalado Moreno Ortiz.
Para ello, en las primeras sesiones hay actividades y juegos con los que el programa evalúa el conocimiento del usuario y le asigna un potencial expresivo inicial, que puede subir un uno por ciento cada día, por lo que, por ejemplo, quien esté al principio en un cuarenta por ciento de potencial, necesitará sesenta sesiones para llegar al final.
Se trata, a juicio de este profesor, de "una manera de hacer el aprendizaje del léxico más ameno para todo el mundo, porque tendemos a usar cada vez menos palabras, y el gusto de los jóvenes y de los mayores por las máquinas y los juegos se puede aprovechar para aprender de una forma divertida".
El empobrecimiento del vocabulario se observa incluso entre los alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras, donde imparte sus clases Moreno Ortiz, pese a que el lenguaje es su "herramienta de trabajo".
"Cada día se expresan de peor manera, y los mensajes de teléfono móvil y los ''chats'' de Internet hacen que también escriban peor, porque abrevian y ponen por ejemplo ''k'' en lugar de ''que''", ha afirmado el profesor.
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