"Me gustaría oír a Zapatero decir, el piratear se va a acabar"
Representantes de los autores e internautas discrepan sobre la utilidad y viabilidad de las medidas 'antipirateo' impulsadas en Francia por Sarkozy
El presidente de la República francesa ha levantado una tremenda polvareda en Internet tras dar a conocer un acuerdo con las operadoras en virtud del cuál éstas deberán vigilar los archivos que se descargan e intercambian sus clientes y, en caso de detectar contenidos ilegales, iniciar acciones contra el pirata que pueden desembocar en la suspensión temporal o definitiva (rescisión del contrato) del servicio.
Según a quién se le pregunte, la medida es calificada de excepcional... o de medida de excepción. José Manuel Tourné, director general de la Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual (FAP) lo tiene claro: "De nuevo Francia nos enseña el camino para proteger en serio la Sociedad de la Información, con un acuerdo que tiene la intención de defender la cultura, lejos del populismo y de los amigos del todo gratis".
La FAP es una asociación sin ánimo de lucro que representa los intereses de la industria cinematográfica y de los videojuegos de España y, como tal, mantiene una oposición frontal ante lo que ellos consideran descargas ilegales, ya sea a través de P2P (eMule, BitTorrent, etc.) o descarga directa (Rapidshare, YouSendIt y similares).
Tourné cree que los prestadores de servicios de Internet deben ser responsables de las conductas supuestamente ilegales de sus clientes. Y ese es uno de los logros que la FAP resalta del acuerdo auspiciado por Nicolas Sarkozy ("no es censura, sino un ejercicio de responsabilidad"), quien ha conseguido implicar en la persecución de la piratería a las operadoras, es decir, a los proveedores de conexión a la Red. "No se puede desarrollar el negocio de Internet a costa de la gratuidad de los contenidos y ningún partido político se atreve a decirlo y a adaptar la legislación a Europa".
Dictadura del culturetariado
La FAP, y otras organizaciones similares, tienen enfrente a un nutrido grupo de internautas que no aceptan sus postulados. Para Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas (AI), la medida propugnada en Francia es la constatación de una "dictadura del culturetariado" de muy difícil implantación en España.
Para empezar, la IP (un número único que identifica a los ordenadores conectados a Internet, una especie de matrícula) está considerada como un dato de carácter personal que las operadoras únicamente pueden desvelar previa solicitud de un juez. Además, según Domingo, para controlar qué archivos se intercambian los internautas y discernir su legalidad habría que interceptar sus comunicaciones y abrirlos, por lo que un derecho básico del ciudadano (secreto de las comunicaciones, recogido en el artículo 18 de la Constitución Española) sería vulnerado.
Sin embargo, el presidente de AI va más lejos. La medida francesa, de aprobarse, supondría un zarpazo a la cultura del país vecino ya que volvería a introducir la música "en los palacios y en los monasterios". Domingo recuerda que no nos encontramos ante un fenómeno nuevo, sino que hace 20 años ya se copiaba de manera 'ilegal' música y películas. "¿No se acuerdan de las cintas que se vendían en el Rastro en la época de la Movida?".
El máximo responsable de Internautas.org recuerda, además, que las asociaciones de protección de la propiedad intelectual ya intentaron introducir una medida similar en la normativa española: el famoso artículo 17bis de la Ley de Impulso de la Sociedad de la Información que, en principio, será enmendado en el Senado para que el "órgano competente" que puede determinar la clausura de una web, por ejemplo, sea un juez.
Cambiar el modelo de negocio
Y, pese a lo que pudiera parecer, en la 'guerra' abierta entre representantes de uno y otro bando hay lugar para el entendimiento. Tanto José Manuel Tourné como Víctor Domingo coinciden en que la industria (discográfica, cinematográfica, de los videojuegos, etc.) debe cambiar más pronto que tarde su modelo de negocio.
"Internet es un medio fantástico; es rápido, ágil y permite opciones que un DVD o una sala de cine no", asegura el director general de la FAP. El presidente de la AI cree que el modelo actual es el de los años 50 ó 60 y cree que la industria no aprovecha el potencial de Internet: "El P2P es una revolución que permite, por ejemplo, hablar por teléfono gratis con cualquier lugar del mundo". Pero si la industria se empeña pasará lo que ya ha pasado otras veces: "Cuando fueron a por Napster surgió el P2P y ahora surgirá otra opción".
Víctor Domingo, además, cree que la industria está errando el objetivo. La AI calcula que el número de usuarios de P2P en España no supera los 700.000. Apenas un 10% de los que disfrutan de conexión de banda ancha.
José Manuel Tourné, por su parte, tiene un deseo. Ver al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, emulando a Sarkozy y diciendo en televisión: "El piratear se va a acabar".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.