Indefensos ante la publicidad telefónica y por SMS
La AEPD denuncia la falta de mecanismos para oponerse a recibir llamadas o SMS comerciales
Menos de un 1% de los abonados de las guías telefónicas han solicitado en España no ser objeto de llamadas comerciales, pero sin embargo, más del 68,2% ha recibido un telefonazo o un mensaje de texto (SMS) con fines publicitarios según la última encuesta del CIS.
La Agencia Española de Protección de Datos ha realizado una investigación de oficio en la que se pone de manifiesto la falta de mecanismos que permitan a los ciudadanos manifestar su oposición a recibir publicidad a través del teléfono, especialmente en el móvil y peor aún cuando se quiere renunciar a recibir mensajes comerciales de dudosa procedencia y legalidad.
"Hemos detectado una creciente preocupación ciudadana por prácticas publicitarias percibidas como incomodas e intrusivas en su privacidad que nos ha empujado a realizar esta plan sectorial", ha comentado Artemi Rallo, director general de la AEPD durante la presentación de este informe que pone de relevancia muchas deficiencias del sistema de las operadoras a la hora de controlar estas prácticas comerciales.
La primera conclusión es que los españoles no ejercemos el derecho de que nuestros datos no aparezcan en las guías telefónicas, ni el de aparecer en ellas, pero con el signo de la letra U que significa que hemos solicitado expresamente que nuestros datos no se usen con fines publicitarios. Si lo hiciésemos nos ahorraríamos gran parte de las molestas llamadas a nuestros fijos, pues el 53% de las compañías estudiadas por la AEPD acuden a las guías telefónicas para seleccionar a los destinatarios de las campañas publicitarias.
Uno de los problemas que denuncia la AEPD es que las compañías no tienen unos sistemas que permitan desaparecer de las listas comerciales de una manera sencilla, eficaz y gratuita. Este último punto resulta especialmente importante, pues la regulación exige que este proceso no suponga una fuente de nuevos ingresos para la compañía, que debería habilitar todas las vías necesarias ya sea con teléfonos, correo postal o vía Internet para que sus clientes expresasen su oposición a que sus datos se usen con fines comerciales.
"Las buenas prácticas nos dicen que bastaría cualquier manifestación del usuario, en cualquier momento del proceso, de no permitir un uso comercial de sus datos para que la empresa le excluyese", ha explicado Artemi Rallo. Esto significa que el usuario podría solicitar que no se le haga participe de ninguna campaña publicitaria en el mismo momento de recibir la molesta llamada para que la empresa no le volviese a telefonear con ofertas no deseadas. Pero la situación no es esta.
Actualmente, sólo en el momento de firmar un contrato con un operador se pregunta al usuario sobre su voluntad acerca del uso de sus datos personales, y posteriormente, nunca se recibe información de ningún tipo sobre qué hacer para negarse a un uso comercial de los mismos. "Hay una escasa colaboración por parte del sector para explicar estas posibilidades de manera clara y sencilla. Frente a ello sólo nos queda reiterar a las operadoras que tienen esta obligación de cumplir con la ley", insiste Rallo.
Contra las llamadas aleatorias a móviles
En el caso de las llamadas comerciales a móviles la situación es aún peor pues la mayoría de las empresas hacen una selección de los números de manera aleatoria, teniendo en cuenta que determinados prefijos o números son de compañías de la competencia.
Esta práctica preocupa especialmente a la AEPD pues se aprovecha de que estos números no se asocian a una persona concreta por lo queda al margen las garantías de Ley Oficial de Protección de Datos, y sin embargo, atenta directamente a la privacidad de las personas que sin su consentimiento reciben ofertas de empresas a su móvil personal.
"Reclamamos un marco legal que tipifique estas prácticas", denuncia Rallo, quien asegura que la AEPD cree que urge la Ley General de Telecomunicaciones tipifique como una infracción las llamadas aleatorias.
La situación con la publicidad en los mensajes de texto a móviles también refleja la gran desprotección de los usuarios. La AEPD ha detectado que en la gran mayoría de los casos no hay ninguna posibilidad de contestar a estos mensajes para solicitar que no se nos vuelva a enviar este tipo de mensaje, y en los pocos casos de que sí se ofrece esta posibilidad, hay que acudir a una página web, lo que considera que puede dificultar el ejercicio de dicho derecho para muchos usuarios.
Filtros contra el envío masivo de SMS
Pero la parte que más preocupa a la AEPD es la generalización del envío masivo de SMS publicitarios no solicitados realizadas por terceros, ajenos a las operadoras, y que en muchas ocasiones proceden de países fuera de la UE, por lo que no cumplen generalmente con las normativas europeas. La AEPD solicita a las operadoras que instalen filtros y sistemas que frenen estas prácticas que resultan muy difíciles de investigar y de sancionar precisamente por estar fuera de su jurisdicción.
La otra gran preocupación de la AEPD son los servicios Premium, los que suponen una tarificación especial que se descuenta directamente de la factura mensual o del saldo de las tarjetas prepago, que dan lugar a muchas denuncias por altas inconsentidas. Hay muchas deficiencias en este modelo, por mostrar sus condiciones de manera confusa, pero la AEPD resalta la gran cantidad de problemas con menores que acceden y se suscriben a contenidos inadecuados por esta vía.
La AEPD quiere llamar la atención de los padres y tutores sobre este asunto. "No basta con controlar el saldo, también hay que ver a qué contenidos acceden los menores", ha reclamado Rallo, quien también solicita a las operadoras unos filtros que permitan bloquear estos contenidos, asociados a prefijos concretos gracias a la nueva ley.
¿Para cuándo una lista 'robinson' española?
En EEUU y muchos países europeos quienes no desean recibir publicidad no deseada tienen la opción de suscribirse a una lista que utilizan de manera común todos los operadores y empresas de marketing directo. Pero en España no existe esta posibilidad.
El único fichero común de datos es el realizado por la Fecedem al que sólo se han adscrito 45.210 personas. Y además, esta lista sólo recoge las direcciones postales, es decir no recopila los números de teléfono fijo, ni mucho menos, los móviles.
Además, sólo tres operadoras han reconocido durante la investigación de la AEPD que contrastan sus datos con los de esta lista.
El crear una lista común con las direcciones, teléfonos y móviles de las personas que no quieren que sus datos se usen para fines publicitarios sería un gran avance en esta materia, pero aún estamos lejos de conseguirlos. "Estamos trabajando para ampliar la información que se incluya en la lista del Fecemd para que sea realmente un instrumento útil para que los ciudadanos ejerzan sus derechos", ha asegurado Rallo.
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