Las tropas de Gadafi bombardean Misrata y Ajdabiya
El Ejército libio frena el avance rebelde hacia el puerto petrolero de Brega.- Seis muertos y 47 heridos en el ataque sobre el bastión insurgente del oeste
Las tropas de Muamar el Gadafi han vuelto a bombardear esta mañana las ciudades de Misrata y Ajdabiya, en torno a las cuales se libran las principales batallas de la guerra civil libia. Seis personas han muerto y 47 han resultado heridas hoy en Misrata, el único bastión rebelde al oeste, donde el régimen intenta impedir la salida de refugiados por mar tras un asedio de casi dos meses. En Ajdabiya, crucial para el control del este, las fuerzas de Gadafi han lanzado artillería pesada sobre los insurgentes que se encuentran en la entrada oeste de la ciudad.
El ataque sobre Ajdabiya indica que los hombres del coronel, que ayer se vieron forzados a retroceder a unos 40 kilómetros de la localidad, se han acercado a menos de 20 kilómetros, acabando con las esperanzas de los rebeldes, que ayer lograron llegar a las afueras del estratégico puerto petrolero de Brega, a unos 80 kilómetros al oeste, de avanzar hacia Trípoli. Se desconoce si el ataque ha causado víctimas, aunque muchos insurgentes y residentes han huido de la zona. Los bombardeos de ayer causaron ocho muertos y 27 heridos, según fuentes hospitalarias. Ajdabiya, que llegó a tener 100.000 habitantes, se ha convertido en una ciudad fantasma que ha cambiado de manos distintas veces en las últimas semanas.
Entre los fuertes sonidos de las explosiones, una decena de camionetas cargadas de rebeldes han salido hoy hacia el este, así como numerosos civiles. En sentido inverso, decenas de camiones llegan a Ajdabiya por la carretera de Bengasi, cargados de armamento para los insurgentes, que se preparan para una nueva batalla. Los revolucionarios colocan minas anticarro a la salida noreste de la ciudad.
Los insurgentes, bloqueados durante semanas en los alrededores de Ajdabiya, lograron llegar hasta las afueras de Brega aprovechando el apoyo aéreo de la OTAN. Sin embargo, muchos han vuelto a Ajdabiya después de que los cohetes lanzados por los hombres de Gadafi mataran a seis personas en la carretera costera que une ambas localidades. Los revolucionarios estaban acompañados por ingenieros para reparar las infraestructuras petroleras dañadas, según la cadena Al Yazira. Los milicianos más experimentados, según fuentes rebeldes, combatían contra los soldados de Gadafi, aunque era imposible verificar esta información de forma independiente.
La guerra libia sigue en un punto muerto. Es difícil definir la línea del frente, debido a la estrategia de ataques relámpago utilizada por ambos bandos, así como los bombardeos desde larga distancia y las maniobras de las tropas de Gadafi para desbordar y emboscar a los rebeldes, menos experimentados.
Cuando se cumple un mes de la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de la resolución que autoriza el uso de la fuerza en Libia para proteger a los civiles, los insurgentes son incapaces de mantener las posiciones ganadas, y exigen a la OTAN más acciones aéreas y armamento.
El primer ministro británico, David Cameron, ha opinado hoy que los términos de la resolución suponen una "restricción" para la coalición internacional, y ha reiterado que no habrá intervención terrestre. Esta semana, Cameron, junto con los presidentes de EE UU, Barack Obama, y Francia, Nicolas Sarkozy, expresaron en un artículo conjunto publicado en cuatro diarios que las operaciones deben continuar para acelerar la salida del dictador y permitir una transición democrática.
Ataques de la OTAN al suroeste de Trípoli
Mientras, continua el cruel asedio sobre Misrata, donde se acusa a los militares de Gadafi de emplear bombas de racimo, al parecer de fabricación española. Tras el lanzamiento ayer de más de 100 misiles Grad, los bombardeos de hoy han matado a seis personas y herido a 47, entre ellas mujeres y niños, según ha dicho un portavoz rebelde a Al Yazira. La población, atrapada entre los combates, que se cree que han causado cientos de muertos, con cada vez menos comida, esperan la oportunidad de huir en uno de los barcos que evacuan a las víctimas.
Al Yazira ha difundido imágenes de civiles llorando ante los cuerpos sin vida de sus seres queridos, envueltos en sábanas o mantas. Desde el pasado jueves, cerca de 60 personas, entre ellas cinco ciudadanos egipcios, han muerto, y decenas han resultado heridas debido a los intensos bombardeos.
Las fuerzas de Gadafi suelen perpetrar sus ataques a primera hora de la mañana y al comienzo de la noche y se ocultan durante el resto del día para evitar a los aviones de la OTAN, según residentes de la ciudad. Los líderes rebeldes advierten a la comunidad internacional que Misrata va a vivir "una verdadera masacre" si los aliados no actúan con mayor determinación.
Los cazas de la OTAN han bombardeado hoy la zona de Al Hira, a 50 kilómetros al suroeste de Trípoli, según la televisión estatal libia, que no ha dado más detalles sobre los blancos ni los daños sufridos. La cadena, que citó fuentes militares, informó de que los ataques del "enemigo colonialista cruzado" se efectuaron a última hora de la mañana. Los aviones aliados ya atacaron ayer este área, así como objetivos en Sirte, la localidad natal de Gadafi.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.