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La policía encuentra explosivos en unos grandes almacenes de París

Un desconocido Frente Revolucionario Afgano avisó por carta de su ubicación

Antonio Jiménez Barca

La carta, sellada el lunes a las seis de la tarde, llegó ayer a la redacción de la agencia de noticias France Presse entre las ocho y las nueve de la mañana. Empezaba así: "Somos el Frente Revolucionario Afgano (FRA). Hemos puesto varias bombas en el edificio de hombres del gran almacén Printemps del bulevar Haussman. (...) Las encontrarán en el tercer piso, detrás de la cisterna del primer lavabo, según se entra. Si no actúan antes del miércoles 17, explotarán". Tras desalojar el edificio, situado en pleno corazón comercial de París, lleno de clientes que efectuaban las compras de Navidad, un perro entrenado de la policía encontró, en el lugar indicado en la carta, cinco cartuchos de dinamita, de medio kilo en total, sin un sistema detonante. Es decir, se habían colocado expresamente con voluntad de que no explotaran y para que la advertencia sonara a amenaza.

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El desalojo fue rápido y sin grandes escenas de pánico. Por los altavoces se indicó a los clientes que debían abandonar el edificio sin concretar la razón. "No teníamos miedo, a veces yo notaba que los policías y los guardias de seguridad que nos urgían a irnos tenían más miedo que nosotros", manifestó después un cliente en la televisión. Posteriormente, se cortó el tráfico en el bulevar Haussman. El edificio en cuestión estaba vacío, pero los comercios cercanos se encontraban llenos de clientes que seguían comprando.

Al poco tiempo llegó la ministra del Interior francesa, Michèle Alliot-Marie, que confirmó sobre el terreno el descubrimiento de la dinamita, aunque precisó que no tenía detonante y que se trataba de un tipo de explosivo "antiguo".

El grupo que reivindica la colocación de la dinamita es misterioso, extraño y desconocido. Es la primera vez, tanto en Europa como en Afganistán, que se escucha su nombre. La carta remitida a la agencia de noticias, y sellada en una central de correos de París-Villete, continuaba así: "Hagan que al presidente de la República llegue el mensaje de que si no retira las tropas francesas de nuestro país antes de que termine febrero, volveremos a actuar en vuestros grandes almacenes y esta vez sin avisar".

Francia tiene tropas desplegadas en Afganistán desde 2001. El presidente de la República, Nicolas Sarkozy, que se encontraba en Estrasburgo en ese momento, manifestó, cuando fue informado de la colocación de las bombas, que la policía estaba examinando la naturaleza del explosivo encontrado, así como el texto, la procedencia y la forma de la carta reivindicativa: "Seguir vigilantes ante el terrorismo es la única línea que debemos seguir", añadió.

A la una del mediodía el tráfico fue restituido en la bulliciosa avenida de Haussman. Una hora más tarde, el gran almacén reabrió sus puertas y los clientes regresaron a sus compras navideñas.

Todo parecía volver a la normalidad. Sin embargo, las autoridades se tomaron el mensaje en serio. La ministra del Interior manifestó horas después que la seguridad iba a ser reforzada en los grandes almacenes de París y de las grandes ciudades de Francia.

El primer ministro, François Fillon, que agradeció la calma con la que se comportaron los franceses, manifestó: "La amenaza terrorista sobre Francia es grande, yo lo he dicho varias veces, porque Francia está comprometida en la defensa de la libertad del mundo. No sé todavía quiénes están detrás de los hechos de Printemps. Pero lo que sí puedo decir es que Francia no cederá nunca a las amenazas de los terroristas".

No es la primera advertencia de este tipo que reciben los almacenes Printemps en este mes. El jueves pasado, una llamada anónima efectuada desde un teléfono situado en la localidad periférica de Bourget (no lejos de La Villete) avisaba de la colocación de una bomba en uno de los grandes almacenes de la empresa, sin especificar en cuál. Los tres edificios Printemps parisinos fueron desalojados sin que la policía descubriera nada.

Policías franceses aseguran el exterior de los grandes almacenes de París donde se encontraron los explosivos.
Policías franceses aseguran el exterior de los grandes almacenes de París donde se encontraron los explosivos.REUTERS

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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