Los 'sin papeles' piden una amnistía laboral en Londres
Miles de inmigrantes marchan para reclamar una regularización masiva
Miles de sin papeles asistieron ayer a un festivo acto de protesta en Londres para pedir su regularización. Un estudio de la London School of Economics (LSE) estima que al final de 2007 había en el Reino Unido entre 525.000 y 950.000 inmigrantes indocumentados, con una estimación central de 725.000. Esa cantidad, que supera ampliamente los 430.000 estimados por el Ministerio del Interior a partir del censo de 2001, incluye a los residentes irregulares y a sus hijos. A esa cifra habría que añadir otros 175.000 inmigrantes cuyo derecho a permanecer en el país está en el aire. Entre el 57% y el 75% de los sin papeles residen en Londres.
La campaña a favor de la regularización masiva ha recibido el apoyo del actual alcalde de Londres, el conservador Borís Johnson, y de su predecesor, el laborista Ken Livingstone, aunque los dos grandes partidos se oponen a ello. El movimiento, que empezó hace tres años, se inspira en la regularización aprobada en España en 2005.
Unos 725.000 indocumentados carecen de permiso de residencia
Aunque quienes se oponen a las regularizaciones masivas sostienen que estas tienen un efecto llamada que agrava el problema, los organizadores de la campaña británica aseguran que la inmigración irregular ha caído drásticamente en España desde entonces porque la regularización fue acompañada de un endurecimiento de las medidas de control en la frontera. Y afirman que es una cuestión de pragmatismo porque el Gobierno no tiene capacidad de deportar a más de 30.000 indocumentados al año.
La campaña defiende una regularización provisional de los sin papeles que lleven más de cuatro años en el Reino Unido. Durante dos años podrían trabajar legalmente y al final de ese periodo, si demuestran que hablan inglés y obtienen buenas referencias de su trabajo y su comunidad, recibirían un permiso de residencia ilimitada. La LSE estima que unos 450.000 indocumentados podrían así conseguir papeles.
Organizada bajo el lema genérico De extranjeros a ciudadanos -jugando con la palabra inglesa stranger, que tiene el doble significado de forastero y extraño, desconocido- la campaña ha sido impulsada por la Citizen Organising Foundation, una alianza de más de un centenar de organizaciones sociales, políticas y religiosas.
Los actos de ayer en Londres empezaron con siete servicios religiosos simultáneos seguidos de una manifestación que finalizó en la plaza de Trafalgar. Allí, inmigrantes originarios sobre todo de América Latina, Asia y África, familias enteras blandieron pancartas y banderas británicas, asistieron a la fiesta-mitin final.
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