Al menos 20 muertos en un atentado suicida contra la policía en Ingushetia
Una furgoneta bomba ha estallado durante la formación matutina de los agentes en una comisaría de la ciudad de Nazran
Al menos 20 personas muertas y 138 heridos ha causado este lunes un atentado terrorista en Nazrán, la mayor ciudad de Ingushetia. Esta república norcaúcasica se ha convertido en una de las más violentas de la Federacón Rusa. Los numerosos atentados -entre los que destaca el del 22 de junio pasado, contra el presidente local, Yunusbek Yevkúrov- son generalmente atribuidos a la guerrilla, aunque allí, a diferencia de lo que sucede en la vecina Chechenia, no hay un movimiento independentista propio.
La tragedia se ha producido por la mañana, a eso de las nueve -las siete en España-, cuando un microautobús de fabricación rusa, marca Gazel, entró en el patio del edificio que alberga la sede del Ministerio del Interior en el distrito. Allí, en el momento en que los policías estaban formados, el terrorista hizo explotar su coche, según han explicado fuentes de la fiscalía. La potencia de la explosión ha sido equivalente a entre 500 y 1.000 kilos de trinitrotolueno (TNT) y ha dejado un hoyo de cuatro metros de diámetro y dos de profundidad.
El primer ministro, Rashid Gaisánov -que se ha venido desempeñando como presidente en funciones desde el atentado contra Yevkúrov- ha declarado tres días de duelo en la región, hasta el miércoles. Desde Moscú, Rashid Nurgalíev, titular del Interior de Rusia, ha enviado al viceministro Arkadi Yedélev al lugar de la tragedia para que supervise la investigación "de todas las circunstancias relacionadas con la realización del atentado terrorista, elabore medidas adicionales de seguridad y prepare propuestas para fortalecer el personal del Ministerio del Interior de Ingushetia". En Ástrajan, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, anunció su decisión de despedir al titular del Interior ingush, Ruslán Medíyev, que ocupaba el cargo desde desde fines del año pasado.
A este ataque le precedió, la semana pasada, el asesinato de Ruslán Amirjánov, ministro de la Construcción, que fue cosido a balazos en su propio despacho. Como siempre, se atribuyó el crimen a la guerrilla, pero dado que ese ministerio es uno de los más que más dinero mueve, algunos observadores lo relacionan con la lucha de las mafias locales. Estas mafias también podrían estar detrás del atentado contra el presidente Yevkúrov, que ha declarado una guerra a muerte contra la omnipresente corrupción.
Los partidarios de responsabilizar a la guerrilla explican que el moviento independentista checheno se ha transformado en uno islamista radical que desea crear un califato en el Norte del Cáucaso y que tiene adeptos por toda la región, lo que explicaría los frecuentes atentados y ataques que se realizan tanto en Ingushetia como Daguestán y otras repúblicas de la zona.
El atentado en Ingushetia ha coincidido ahora con la más grande avería en un central eléctrica en Rusia: la destrucción de uno de los bloques de la central hidráulica de Cayano-Shúshenskaya, en Siberia, que ha causado la muerte de 10 personas como mínimo, y ha dejado 11 heridos y más de 70 desaparecidos, la mayoría de los cuales probablemente ha perdido la vida.
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