Una isla del Pacífico acogerá a 17 presos chinos de Guantánamo
Pertenecen a la etnia uigur de la región autónoma de Xinjiang, en el extremo occidental de China
Guantánamo comienza a vaciarse aunque con cuentagotas. Diecisiete presos chinos musulmanes, pertenecientes al grupo étnico uigur de la región autónoma de Xinjiang (extremo occidental de China), serán trasladados desde el centro de detención establecido en el interior de la base naval que Estados Unidos tiene en el Caribe, hasta el remoto Palaos, una diminuta nación insular que el mapa sitúa en el Pacífico norte, aunque su descripción sea la de una isla del sur del Pacífico, un paraíso turístico dedicado al submarinismo.
El traslado de estos 17 presos será el mayor realizado hasta la fecha y, a falta de confirmación por el Departamento de Estado norteamericano, fue ratificado este miércoles por el presidente de Palaos, Johnson Toribiong, que lo definió en una nota oficial como un "gesto humanitario que permitirá que puedan reanudar sus vidas con la mayor normalidad posible".
Los últimos uigures saldrán así de Guantánamo en una fecha aún por confirmar. Antes que ellos, otros cinco compatriotas abandonaron el centro de detención en 2006 con un destino menos exótico: Albania. Pero el país que en su día fue un régimen comunista bajo la dictadura de Enver Hoxha no ha querido en esta ocasión acoger al resto de musulmanes chinos por temor a represalias diplomáticas por parte de Pekín.
Desde que el Pentágono determinó que los ciudadanos chinos capturados en Afganistán en 2001 y confinados en Guantánamo no eran "combatientes enemigos", estos han vivido en un limbo legal que los ha mantenido encarcelados a falta de un tercer país que quisiera acogerlos, ya que la justicia norteamericana no permitía ponerlos en libertad en Estados Unidos. Pero a su vez, las autoridades estadounidenses no concedían su extradición a China, ya que temían que allí fueran torturados o incluso ejecutados. Los uigures son una etnia de origen turcomano que habita en la semidesértica Xinjiang, región que tiene tres veces la extensión de España y es fronteriza con Afganistán, Pakistán y otros seis países de Asia central. La región posee enormes reservas de recursos naturales que, según los uigures, son expoliados por la etnia mayoritaria china (han). El activo Movimiento de Liberación del Turkestán Oriental cuestiona la autoridad de Pekín, que considera a este movimiento separatista islámico como un grupo terrorista.
El acuerdo alcanzado con Palaos supone un gran avance dentro de los planes de la Administración de Barack Obama de cerrar el centro de Guantánamo antes de finales de enero del año que viene (en total están confinados cerca de 250 reos). "Es lo mínimo que podíamos hacer para dar las gracias a nuestro aliado y buen amigo después de todo lo que ha hecho por Palau", declaró en referencia a Estados Unidos el presidente Toribiong a través de un comunicado.
Según fuentes oficiales norteamericanas, por haber aceptado a los uigures, Washington se dispone a aprobar una partida de 200 millones de dólares (142 millones de euros) destinados al desarrollo de esta pequeña república insular de apenas 20.000 habitantes y situada a 800 kilómetros al este de Filipinas. Antiguo territorio de EE UU -y antigua colonia española que se perdió con la guerra de Filipinas en 1898-, Palau mantiene estrechos lazos con Washington desde su independencia en 1994, permitiendo, por ejemplo, que sus ciudadanos entren en territorio estadounidense sin pasaporte.
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