"No hay que sucumbir a la sinrazón"
Decenas de miles de personas hacen frente a la ofensiva republicana con una concentración festiva convocada en Washington por el humorista Jon Stewart
¡Qué bonito día para recuperar la cordura! Frío pero soleado y con la tendencia a seguir así a lo largo del día. Decenas de miles de personas, jóvenes en su mayor parte, se concentraron ayer en el National Mall de Washington respondiendo a la convocatoria lanzada por el humorista político Jon Stewart con el lema Marcha para recuperar la cordura.
Un llamamiento dirigido, a tres días de las cruciales elecciones legislativas, a aquellos "que sienten que los que más gritan no son los únicos que deberían ser escuchados" (en alusión velada a las grandes concentraciones promovidas por el movimiento ultraconservador del Tea Party). "Estamos agotados de tantos gritos", asegura uno de los organizadores. "No es bueno para la salud y desde luego es malísimo para la garganta", dice con tono divertido. "Calculo que unos 10 millones de personas asisten hoy a esta concentración".
Así comparece Jon Stewart ante sus emocionados seguidores. "Somos muchos", prosigue el comediante, "aunque si somos todos blancos esto es una concentración racista". "Si fuera de otro color se diría que estamos pidiendo algo, como el derecho a comer en un restaurante sin ser expulsado" -en referencia al comentario efectuado por el candidato a senador por Kentucky, que cuestionó la ley de derechos civiles que acabó con la segregación racial en Estados Unidos en 1964.
Stewart reclama de los asistentes que se identifiquen por un número -empezando por el uno- y se definan. 1: "Soy un hombre mitad estadounidense y mitad mexicano", dice el primero. 2: "Soy una mujer blanca". 3: "Mujer medio estadounidense medio asiática de Taiwan". Esto es una fiesta. Y aquí llega el otro copatrocinador del evento, el también humorista Stephen Colbert, compañero de cadena (Comedy Central) de Stewart, homenajeando a los mineros chilenos. "Chile, Chile, Chile...". Colbert surge de una cápsula imitación a la que liberó a los mineros.
Ante la llamada enérgica de Stewart, ¡hasta los perros han recuperado la razón! "Prometo no comerme más los zapatos de mi dueño", se lee en el pañuelo que su amo ha atado a un labrador. A solo tres días de las elecciones de mitad de mandato del próximo martes, que podrían dar un vuelco al Congreso demócrata de Estados Unidos, los asistentes -por mucho que Stewart dijera que el acto no era político-, se muestran mayoritariamente inclinados hacia el progresismo y reniegan del asalto ultraconservador que parece acechar al Capitolio.
Llegados desde Atlanta (Georgia), los jóvenes Marie y John Mahler se fotografían con el monumento de Washington a sus espaldas y se conjuran para no dejar "nunca, nunca" que el miedo forme parte de sus vidas. "En los malos momentos hay que estar fuerte y no sucumbir ante la xenofobia y la sinrazón". "¡Stewart for president!", se inmiscuye en la conversación un joven más osado. El fin de semana se promete intenso en la capital de Estados Unidos. Mañana se celebra Halloween, por lo que muchos de los asistentes ya estrenan esta mañana sus disfraces. Mañana se corre el maratón de los marines. "A ver cómo dejamos esto", apunta una chica mientras recoge los restos del sándwich que se acaba de comer.
Eso sí, quien no quiera recuperar la cordura, hoy tiene también la posibilidad de sucumbir al miedo. A la convocatoria de Stewart se suma la de Stephen Colbert. "Tengo miedo de que nadie venga a mi mitin...".
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