_
_
_
_

Una flotilla con ayuda humanitaria navega hacia Gaza

Israel advierte que impondrá el bloqueo

Ana Carbajosa

Más de 500 activistas navegan rumbo a Gaza cargados de miles de toneladas de ayuda humanitaria. La autodenominada "flotilla de la libertad" pretende atracar el próximo fin de semana en la ciudad de Gaza y burlar el bloqueo con el que Israel castiga desde hace tres años al Gobierno de Hamás y a los habitantes de la franja. A pesar de que el Gobierno israelí ha advertido que interceptará los navíos e impedirá que lleguen a puerto, los activistas se mostraban ayer decididos a seguir adelante con sus planes.

Los buques, de países como Turquía, Grecia, Reino Unido e Irlanda, transportan más de 10.000 toneladas de ayuda humanitaria, como medicinas, material de construcción, libros y casas prefabricadas. A bordo viajan unas 750 personas, entre activistas, políticos y periodistas procedentes de 60 países, informa Efe.

Más información
Escucha Israel
Israel intenta detener en alta mar a la flotilla de ayuda a Gaza
Al menos 10 muertos en el ataque de Israel a una flotilla con ayuda humanitaria para Gaza
La española Laura Arau firma la orden de deportación

Manuel Tapyal es uno de los dos activistas españoles embarcados en la flotilla. Trabaja para la Asociación Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría y explicaba ayer a este diario desde el sur de Turquía por qué se animó a participar: "Es una manera de romper un bloqueo que es ilegal". Reconoce, sin embargo, que no cuentan con un plan B y que no tienen muy claro qué pasará cuando los barcos israelíes acudan a su encuentro. "Confiamos en que la diplomacia internacional funcione. Israel está ante una situación difícil porque si nos detiene a todos se encontraría ante un conflicto diplomático con decenas de países", sostuvo Tapyal.

La flotilla viajaba ayer rumbo a Chipre, desde donde tenía previsto partir hoy rumbo a Gaza. Mientras, las autoridades israelíes acondicionaban a marchas forzadas centros para desembarcar a los activistas en el puerto de Ashdod, al sur del país. El Gobierno redoblaba esfuerzos para convencer a medios de comunicación de medio mundo de que sí permite la entrada de suficientes víveres a Gaza.

En Gaza pensaban algunos en cómo se repartirán las sillas de ruedas eléctricas o el material de construcción, si es que llegan. A otros les parecía bien que los extranjeros vengan a Gaza, pero les parecería mucho mejor poder viajar ellos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_