El creyente fervoroso que consuela a los demás
Le llaman don José. Su compañero lo presenta así: "El hombre tiene altos conocimientos espirituales, que la verdad es que en estos momentos nos han ayudado mucho a todos". Es un minero altamente cualificado, operador de máquinas perforadoras. Tiene 56 años y dos hijas de 31, Karen y Hettiz. "Tiene un carácter muy reservado", comentan sus hijas, "pero siempre está muy preocupado por su familia". Lleva 33 años de minero y 33 años casado. Es un evangélico practicante. "Trabaja una semana y descansa otra. Y en cuanto sale de acá, toma el autobús hacia Talca, que es donde vivimos nosotros. Son 17 horas de carretera. Está cinco días, siempre con sus hermanos y con su esposa, y se vuelve. Tenía la intención de dejar la mina porque decía que este cerro estaba malo".
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