El balance de soldados estadounidenses muertos en Irak alcanza los 3.000
Bush subraya que "los sacrificios no serán en vano" pero advierte de que "no se atisba todavía el final" de la guerra
Se llamaba Dustin R. Donica, tenía 22 años y era de Spring (Texas). A finales de la semana pasada murió acribillado en Bagdad. Su muerte, de la que ha informado hoy el Pentágono, ha elevado a 3.000 el número de sus efectivos fallecidos en Irak desde que comenzó la invasión, en marzo de 2003. A lo largo del pasado mes de diciembre, el más mortífero para las fuerzas estadounidenses de todo 2006, 111 militares perideron la vida. El presidente de EE UU, George W. Bush, ha subrayado que "los sacrificios no serán en vano" pero ha advertido de que "no se atisba todavía el final" de la guerra.
EE UU ha empezado el año con 3.000 soldados muertos en Irak y más de 140.000 involucrados en el conflicto, mientras la Administración Bush sopesa la conveniencia de enviar más tropas al país. Los estadounidenses esperan esta semana un avance de la nueva estrategia en Irak de parte del presidente Bush, quien hoy acudirá al velatorio del ex presidente Gerald Ford para rendir tributo a quien ocupaba la Casa Blanca cuando terminó en oprobio la guerra de Vietnam. El mismo Ford, en una entrevista concedida en 2004 pero que sólo se ha divulgado tras su fallecimiento, opinó que Bush y sus principales asesores cometieron un "gran error" en su justificación de la invasión.
A casi cuatro años del debate final en las Naciones Unidas sobre la invasión de Irak, Bush admitió: "No estamos ganando, ni vamos perdiendo". Hoy, en referencia al soldado Donica, ha manifestado que "cada vida es preciosa" y que lamenta "la pérdida de cada una de ellas", al tiempo que ha indicado que "el sacrificio no será en vano". A renglón seguido, ha reconocido que la ocupación no está cerca de acabar.
Más tiempo que en la II Guerra Mundial
Eso fue hace tres semanas, cuando recibió las 79 recomendaciones para una nueva estrategia de parte del Grupo de Estudio de Irak (GEI), encabezado por el ex secretario de Estado James Baker y el ex legislador demócrata Lee Hamilton. EE UU ha estado ya en Irak más tiempo que el de su participación en la II Guerra Mundial, un conflicto en el que perdió 405.000 soldados, y el hecho de superar ahora los 3.000 fallecidos en Irak incide de forma negativa y penosa en una opinión pública que se ha manifestado mayoritariamente en contra de esta guerra.
Se trata de una cifra simbólica, ya que hay distintos recuentos. Así, el sitio de internet GlobalSecurity.com, que se especializa en asuntos militares, elevó ayer domingo a 3.002 la cifra de soldados estadounidenses muertos desde la invasión de Irak en marzo de 2003. Según GlobalSecurity, que sustenta su contabilidad en los informes de prensa sobre incidentes en Irak, la cifra de soldados heridos en esa campaña llegó a 22.401.
El Pentágono, que actualiza su contabilidad de forma más lenta, incluye en su último informe del 29 de diciembre la cifra de 2.983 soldados muertos y 22.565 heridos. El GEI recomendó una combinación de uso de fuerzas: retirada gradual de las tropas de combate y aumento del número de instructores para las fuerzas militares y de seguridad del Gobierno iraquí. Bush a su vez considera un incremento sustancial pero de corto plazo en el número de soldados en Irak, que dé al Gobierno iraquí el control de la capital y el tiempo para estabilizarse en medio de la creciente violencia sectaria.
El ex senador y ex candidato a la vicepresidencia demócrata John Edwards, quien anunció que buscará en 2008 la candidatura presidencial de su partido, dijo la semana pasada que su voto en 2002 a favor de la resolución que permitió la invasión de Irak fue un error. "EE UU debería iniciar la retirada de sus tropas, en lugar de incrementarlas, en una escalada del conflicto", dijo Edwards.
Seis iraquíes muertos en un bombardeo
Seis iraquíes, cuatro de ellos miembros de una misma familia murieron la pasada madrugada en un bombardeo de la aviación estadounidense contra una zona residencial del oeste de Bagdad, en la que se encuentran las oficinas de un dirigente de la formación suní Frente Nacional para el Diálogo y el domicilio de un diputado chií.El ataque se produjo hacia las dos de la madrugada (medianoche en España) y causó también heridas a un guardia de la residencia del diputado chií, Salama al-Jafaji, quien abandonó este domicilio el año pasado tras un intento de asesinato. El Ejército estadounidense ha asegurado que está investigando lo sucedido.
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