Washington y México colaboran para esclarecer los asesinatos de tres personas vinculadas al consulado estadounidense
Se trata de dos ciudadanos estadounidenses y uno mexicano que fueron tiroteados por sicarios en Ciudad Juárez.- Obama condena duramente las muertes
Tras la muerte de tres personas vinculadas al consulado estadounidense a manos de sicarios en la localidad fronteriza de Ciudad Juárez, un crimen que ha provocado la condena del presidente Barack Obama, EEUU y México han aunado esfuerzos para buscar a los asesinos. En las últimas horas, la narcoviolencia se ha desatado al sur de río Grande, con más de medio centenar de muertos.
Los periódicos mexicanos ya no disponen de papel para contar tantas muertes. Las últimas conocidas, las de ocho presuntos sicarios que han fallecido en un tiroteo con militares en el Estado de Nuevo León (norte del país). Un oficial de la Armada de México ha indicado que el enfrentamiento comenzó ayer después de que infantes de Marina entraran con helicópteros y vehículos militares en un rancho del municipio de Bustamante, que era utilizado para el entrenamiento de los sicarios del cartel Los Zetas, ha informado EFE.
La fuente ha precisado que en el rancho había cerca de 80 sicarios, que habían sido concentrados para prepararse y lanzar una ofensiva en contra de los grupos rivales en la actual "guerra" que mantienen contra los carteles del Golfo, de Sinaloa y de la Familia de Michoacán.
Pero este ha sido solo el último episodio conocido. Los diarios del fin de semana han tenido que recurrir a la fórmula más rápida para dar fe del horror que vivió, por ejemplo, el estado de Guerrero y su ciudad más turística, Acapulco: "Madrugada del sábado. A las 4.42, a la altura del poblado de Tres Palos, se encuentran los cuerpos de cinco personas ejecutadas. Dos de las víctimas están decapitadas. A las 4.50, a la altura del mirador de las Brisas del Marqués, en plena zona turística, son localizados dos cuerpos. Estaban atados de manos, con huellas de tortura y habían sido decapitados. A las 6.33...". Así hasta contabilizar más de medio centenar de muertes en apenas dos días. Pero, a las 14.30 horas de ese mismo sábado, el registro cotidiano del horror se detiene junto a uno de los pasos fronterizos de Ciudad Juárez. La policía es avisada de que una camioneta blanca marca Toyota y con matrículas de Texas acaba de ser ametrallada. Sus dos ocupantes, una joven pareja estadounidense, han muerto en el acto. En el asiento de atrás, una niña de siete meses llora.
La pareja fallecida, de nacionalidad estadounidense, y un varón mexicano asesinado a la misma hora unas calles más allá, estaban vinculados al consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez. El presidente Barack Obama expresó ayer su indignación por "los brutales asesinatos". Ante la situación de extrema violencia que vive México, las autoridades de EE UU emitieron una nueva alerta en la que desaconsejan a sus nacionales viajar al país vecino salvo en caso de extrema necesidad; y las agencias de investigación estadounidenses van a colaborar con las fuerzas de seguridad de México para esclarecer estas muertes.
La mujer asesinada junto a su esposo en la camioneta blanca era empleada del consulado y el hombre abatido a unas cuadras de allí era policía ministerial y estaba casado con una funcionaria de la legación estadounidense. El agente también fue abatido cuando se encontraba al volante de su vehículo, en compañía de un menor que resultó herido.
Según expresó en un comunicado Mike Hammer, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el presidente Obama "está indignado" por los "brutales asesinatos" de tres personas vinculadas a su consulado. El mandatario, según el comunicado, "ofrece condolencias a sus familias y condena estos ataques contra personal consular y diplomático al servicio de nuestras misiones en el extranjero". El portavoz añadió que las autoridades de Estados Unidos trabajarán "incansablemente" junto a las de México "para llevar a los asesinos ante la justicia".
Los crímenes se produjeron en medio de un fin de semana espantoso. Especialmente en el Estado de Guerrero. La guerra entre los carteles de la droga por el control de la plaza se cobró 28 víctimas la madrugada del viernes y otras 14 el sábado en la noche (hora local). Las refriegas tuvieron lugar en la periferia de la ciudad turística de Acapulco y en la zona de Tierra Caliente. Se da el caso de que seis policías preventivos fueron sacados de sus vehículos y fusilados por un grupo de sicarios. También se registraron asesinatos en Chiapas, Cihuahua, Tamaulipas y Culiacán, donde un hombre fue ejecutado con 60 balazos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.