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Atrapada entre el PRI y Morena, la colonia Cuarta Transformación no termina de transformarse

Los vecinos del barrio irregular, en Tultitlán, Estado de México, acuerdan una consulta popular tras arrancar los nuevos nombres de las calles, que homenajeaban a López Obrador por decisión de la alcaldesa

Habitantes de la colonia Cuarta Transformación en el Estado de México, el 23 de diciembre de 2024.
Habitantes de la colonia Cuarta Transformación en el Estado de México, el 23 de diciembre de 2024.Emiliano Molina
Alejandro Santos Cid

El cambio no llegó. Era un despropósito urbanístico: renombrar de la noche a la mañana, calle por calle, una colonia irregular, levantada con más maña que fuerza por sus vecinos, para que se convirtiera en un monumento a la gloria de un expresidente. Una calle de tierra con los cables de la luz desmadejados pasó a llamarse Mejoramiento Urbano; otra, surcada por un río de aguas negras, Fertilizantes para el Bienestar. Eslóganes con regusto institucional y grandes éxitos de Andrés Manuel López Obrador. El propio barrio, en el municipio de Tultitlán, en el Estado de México, fue rebautizado como colonia Cuarta Transformación, el ambicioso título que López Obrador dio a su proyecto político. La decisión fue de la alcaldesa, Ana Castro, compañera de filas del exdirigente en Morena. Los vecinos, primero, encajaron el chiste. Un mes después parece que la ocurrencia ya no hace tanta gracia.

La semana ha sido movida en la Cuarta Transformación. Algunos de sus habitantes recorrieron el miércoles la colonia, arrancaron los carteles con los nombres de las calles, echaron abajo los postes con las señales. La placa de Revolución de las Conciencias acabó en una esquina, sobre el suelo de tierra. La misma suerte corrió la de Sembrando Vida o Corredor Interoceánico. Tuvieron vidas efímeras.

Un letrero tirado por vecinos de la colonia Cuarta Transformación, el 8 de enero.
Un letrero tirado por vecinos de la colonia Cuarta Transformación, el 8 de enero.Rogelio Morales Ponce (CUARTOSCURO)

Hubo enfrentamientos con la policía, al menos 40 patrullas y más de un centenar de efectivos que trataron de paralizar las protestas. Del lado popular, pedradas e insultos. Del lado institucional, gases lacrimógenos cuyo humo se mezclaba con el polvo de los callejones sin asfaltar. Gildardo Pérez Gabino, diputado federal de Movimiento Ciudadano y una suerte de mediador en el conflicto, aseguró en declaraciones recogidas por La Jornada que los agentes dispararon el gas contra los vecinos, en lugar de al aire, como manda el manual.

Tanta fue la conmoción en Fimesa —o El Paraje, depende de a quién se le pregunte—, que así se llamaba la colonia antes del cambio de nombre por decreto, que al ayuntamiento no le quedó más remedio, esta vez sí, que sentarse a negociar. Tras una reunión de cinco horas este jueves entre representantes de los vecinos movilizados y del Gobierno del Estado, ambas partes acordaron una consulta popular para decidir si seguir adelante con la transformación o, mejor, dejar las cosas como están.

Y no es que a los habitantes les disguste la idea de mejorar su barrio, pero antes de rebautizar las calles, tienen otras prioridades: asfaltar, que el alcantarillado corra bajo tierra y no a cielo abierto, que sus casas sean regularizadas y cuando haya un problema sea la Administración local la que se ocupe, en lugar de, como ha pasado siempre en Fimesa, los vecinos.

Ya no solo es la decisión unilateral de una representante pública, electa por la gente de Tultitlán, de cambiar todas las calles para mayor gloria de su partido. Como antiguo feudo del PRI y su dictadura perfecta, los municipios del Estado de México conocen de cerca los caciquismos, nepotismos, despotismos y otros ismos. Es que, además de lo democráticamente cuestionable de la decisión, les estaba empezando a perjudicar en su día a día.

Por ejemplo: en las escrituras que algunos tenían de sus viviendas y terrenos figuraban las calles pre-transformación y nadie sabía muy bien cómo actualizarlo ni cuánto dinero les iba a costar. Los beneficiarios de programas sociales no podían recibir las ayudas porque su nueva dirección no cuadraba con la que las instituciones tenían en sus expedientes. Los más jóvenes del municipio, con actas de nacimiento obsoletas por el cambio, no podían solicitar becas ni subvenciones.

A la alcaldesa Ana Castro el tiro le salió por la culata. Ella se refugiaba en el vacío legal en el que se encuentran las viviendas. La mayoría de los habitantes llegaron un día, agarraron un trozo libre de monte y erigieron ahí su casa, sin más permisos que su voluntad y quizá algún pago por debajo de la mesa a un cacique local, así que muchas residencias no están legalmente escrituradas.

Nomenclaturas de las calles en la colonia Cuarta Transformación.
Nomenclaturas de las calles en la colonia Cuarta Transformación.Emiliano Molina

Una nueva asamblea en 15 días se reunirá para discutir los detalles de la consulta popular, que los vecinos quieren que sea organizada por el Instituto Electoral del Estado de México. Según el abogado de los afectados, unas 300 personas, el ayuntamiento se ha comprometido a no reinstalar las placas y a esperar los resultados de la votación. Fimesa, El Paraje o La Cuarta Transformación vivirá hasta entonces en un limbo urbanístico, atrapada entre el pasado priista y el futuro morenista.

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Sobre la firma

Alejandro Santos Cid
Reportero en El País México desde 2021. Es licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad Autónoma de Madrid y máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Cubre la actualidad mexicana con especial interés por temas migratorios, derechos humanos, violencia política y cultura.
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