Los activistas critican la reacción de España tras el ataque israelí

Una decena de banderas palestinas, pancartas y el grito de "Israel, asesino". Este fue el comité de bienvenida que recibió el viernes en el aeropuerto de El Prat a los tres activistas españoles que iban a bordo de la flotilla humanitaria atacada por Israel el lunes. Sus primeras palabras en casa fueron para criticar la reacción de Madrid: "El Gobierno de España no nos ha ofrecido ni una mínima ayuda, todo lo ha pagado Turquía", dijo Manuel Tapial , uno de los tres, tras abrazarse con su padre.

Los activistas, que venían de Estambul en un vuelo comercial, fueron recibidos por un centenar de personas entre activistas, familiares y algunos miembros de la comunidad palestina en Cataluña. Aunque el ambiente era festivo, entre los corrillos se criticaba la reacción internacional y especialmente de España ante el ataque. "De nada sirve una condena sin sanción", "Europa es ciega", "No hay nada que investigar, es evidente que se violó la ley", eran comentarios frecuentes.

Tapial, Laura Arau y David Segarra, ataviados con pañuelos palestinos, no dejaron de hacer con sus manos el signo de la victoria y sonreír. En la rueda de prensa, Tapial recordó que antes del ataque le solicitaron auxilio al Gobierno para que mediase ante Tel Aviv para "evitar la masacre", y que le solicitaron a la ONU que verificara la carga del barco, pero dijo que nada de esto ocurrió.

Por su parte, el embajador israelí en España, Raphael Schutz, aseguró ayer que los tres activistas españoles son en realidad "militantes" que eligieron a "terroristas y mercenarios" como compañeros de viaje "a bordo del navío Mavi Mármara, una "entidad vinculada con Hamás". Y añadió: "ningún pacifista elige ni acepta a un terrorista como compañero de viaje (...) sus declaraciones solo pueden ser entendidas como una correa de transmisión de la propaganda de Hamás".