La UE estudiará la acogida de presos de Guantánamo

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea analizaron ayer por primera vez las condiciones en las que los Estados miembros podrían acoger detenidos de la base de Guantánamo sobre los que no pesa ningún cargo. En cualquier caso, la decisión será siempre competencia exclusiva de cada país, aunque se ha pedido a la Comisión que elabore un "paraguas jurídico" común. Hasta el momento, casi un tercio de los países -Portugal, Irlanda, Reino Unido, Finlandia, España, Italia, Francia y Alemania, aunque este último con divisiones internas- se han mostrado dispuestos a ayudar a Estados Unidos en el cierre de Guantánamo.

Los países receptores sólo aceptarían a "las personas sobre las que no recayeran cargos sobre ellos y no quisieran residir allí [en EE UU]", explicó el secretario de Estado español de Relaciones con la Unión Europea, Diego López Garrido. La medida afectaría a unos 60 de los 247 detenidos del penal de Guantánamo, que el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha ordenado cerrar en el plazo de un año. Guantánamo es el exponente más espantoso de violación de los derechos humanos y práctica generalizada de la tortura establecido por la Administración del anterior presidente, George Bush, para la lucha contra el terrorismo internacional.

El presidente del Consejo, el titular de Exteriores checo, Karel Schwarzenberg, insistió en que "la primera responsabilidad para cerrar Guantánamo es de Estados Unidos". El ministro precisó que aunque la decisión de cierre de la base fue recibida "calurosamente" en Europa, nadie "está entusiasmado" por recibir a detenidos por tratarse de una cuestión "muy delicada" con varios problemas jurídicos y políticos.

El jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, introdujo más matices. "Éste es un problema americano", dijo, "y ellos tienen que resolverlo, pero estaremos dispuestos a ayudarles si es necesario. Creo que la respuesta europea será sí".

Durante la reunión, los ministros suscitaron numerosas cuestiones sobre las condiciones de acogida tales como: ¿En qué condiciones y con qué documentos llegarán a Europa? ¿Quién se hará cargo de los gastos de alojamiento y alimentación? ¿La acogida alcanza también a sus familiares? ¿Podrán ser objeto de futuras acusaciones por parte de EE UU? ¿Los Estados receptores permitirán la presentación de acusaciones contra Estados Unidos por los malos tratos sufridos y haber estado hasta ocho años detenidos sin acusación alguna?

Algunos de los Estados que se oponen a aceptarlos, como Holanda y Austria, han advertido que en este caso no se podrá aplicar el acuerdo de Schengen y que por lo tanto no admitirán nunca la entrada en su país de estas personas.

Para aclarar muchas de estas dudas, los ministros de Exteriores han pedido la colaboración de sus colegas de Interior y Justicia para que examinen también los aspectos jurídicos teniendo en cuenta la dispar legislación sobre asilo existente en cada país. También han pedido a la Comisión Europea que elabore un marco de condiciones que sirva de referencia a todos los países para que la Unión actúe de forma "concertada".

En cualquier caso, es prioritario conocer previamente la petición y las condiciones de Estados Unidos. Para intercambiar puntos de vista sobre este asunto y otros de seguridad en las relaciones entre Bruselas y Washington, una delegación de la Comisión Europea, presidida por el vicepresidente de la Comisión, Jacques Barrot, viajará a Estados Unidos a principios de febrero para reunirse con los responsables de la nueva Administración sobre esta materia. La comisaria de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, señaló que aunque era una decisión que competía a cada Estado miembro de manera individual, "sería conveniente dar una respuesta europea común".

La iniciativa de acoger a presos de Guantánamo por parte de Europa fue propuesta el pasado diciembre por el ministro de Exteriores de Portugal, Luis Amado, quien ayer pidió "una respuesta clara" por parte de la UE.

El titular de Exteriores británico, David Miliban, recordó que "Reino Unido ya había realizado una aportación sustancial" al acoger a nueve ciudadanos y tres residentes británicos a su salida de Guantánamo.