"Sharon es el culpable del antisemitismo en Europa"
Avi Shlaim es un prestigioso historiador israelí que, desde su cátedra en Oxford, cuestiona los fundamentos de la creación del Estado de Israel, considera que a lo largo de los últimos 50 años su país ha tirado por la borda muchas oportunidades para la paz y acusa al primer ministro israelí, Ariel Sharon, de fomentar el antisemitismo. "Sharon es el culpable del ascenso del antisemitismo en Europa. Él es parte del problema, no de la solución. El sionismo de Sharon, de extrema derecha, enfada a mucha gente en el mundo", aseguró ayer durante una entrevista con este diario, tras la presentación en el Círculo de Bellas Artes de Madrid de la edición española de El muro de hierro (Almed), que vio la luz en el Reino Unido hace tres años y se ha convertido en una suerte de biblia del revisionismo israelí.
"El antisemitismo no crece en un vacío político; nace en un contexto, que es la ocupación, la opresión y la humillación diaria de los palestinos. El problema es que la gente asocia las políticas del Gobierno israelí con los judíos en general, pero este Gobierno no representa a los judíos en el resto del mundo", explica. Por eso, este académico, que nació en Bagdad en 1945 y creció en Israel, no entiende por qué el Ejecutivo israelí acusa a la Comisión Europea de antisemita tras los resultados del último Eurobarómetro, según el cual el 59% de los europeos considera a Israel como el primer peligro para la paz del mundo. Tiene claro que se trata de una cuestión política, no religiosa. "Si el Gobierno israelí quiere cambiar la percepción europea, debe cambiar su política", afirma.
Shlaim coincide con la tesis defendida ayer, por el ex presidente del Gobierno español Felipe González y el ex ministro de Exteriores israelí Shlomo Ben Ami, durante la presentación de El muro de hierro, de que la única solución al conflicto de Oriente Próximo pasa por una intervención internacional, siendo las partes incapaces de llegar a un acuerdo por sí solas. "Alguien tiene que imponerles una solución. Y tanto Israel como Palestina deben aceptar que alguien les imponga un acuerdo". ¿Quién es ese alguien? "Sin duda, EE UU. Es el único país que tiene poder sobre Israel. El problema es que no ejerce ese poder y que Sharon ha logrado convencer a Bush de que la lucha contra el pueblo palestino se enmarca dentro de la lucha contra el terrorismo global", asegura. A Europa le reserva un papel mucho más modesto. "La UE no puede ser un actor decisivo. En parte porque Washington insiste en ostentar el monopolio del mantenimiento de la paz, y en parte porque la UE es incapaz de hablar con una sola voz".
Cuando gobernaban los laboristas, Shlaim consiguió, junto a otros miembros de la escuela de los Nuevos Historiadores que han reescrito la historia de la guerra de 1948, que sus textos se estudiaran en las escuelas de secundaria. Con la llegada de Sharon al poder, la versión oficial sionista desplazó los textos de los revisionistas y las enseñanzas de Shlaim se circunscriben ahora al centro sobre Oriente Próximo de St. Antony's College, de Oxford. Que los israelíes reconozcan sus errores históricos y asuman su responsabilidad moral es, a su juicio, la única vía para la paz. Es también una reconstrucción de la memoria colectiva. "El Holocausto es fundamental en la memoria colectiva israelí. Todavía se ven a sí mismos como víctimas, débiles y vulnerables, a pesar de ser un poder militar muy fuerte. El victimismo juega también un papel crucial en el pueblo palestino. La única solución es que ambos pueblos comprendan el trauma del otro".
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