Sarkozy rechaza una UE de dos velocidades
El agravamiento de la crisis institucional de la Unión Europea es la máxima preocupación del jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy, que ayer estrenó presidencia comunitaria con el mazazo de una Polonia que refuerza las dudas sobre el futuro de la UE creadas por el no irlandés y las conocidas reticencias del presidente checo, Václav Klaus.
"No me puedo imaginar que el presidente que firmó en Bruselas y Lisboa el tratado vaya a poner ahora en duda su propia firma", manifestó ayer Sarkozy en referencia al presidente de Polonia, Lech Kaczynski. Choca a Sarkozy que Kaczynski pueda oponerse a la voluntad de la Dieta y a sí mismo. "Es una cuestión moral" cumplir con lo firmado, dice. "Es un hombre honesto que no traiciona su palabra. No tengo dudas de que la mantendrá".
Para romper la resistencia de Kaczynski, Sarkozy empleará la palanca de la ampliación, cuestión fetiche de una Varsovia que apadrina la futura integración de Ucrania y otros de sus vecinos orientales. "Si no hay Tratado de Lisboa, se aplica el de Niza. Y todos decidimos que no se puede ampliar la UE con Niza", apunta.
Al checo Klaus le hará frente el presidente entrante de los Veintisiete con otro argumento. La República Checa sucederá a Francia al frente de la Unión el 1 de enero, tarea para la que necesita la colaboración de todos los socios. "Si insiste en la negativa a ratificar, se va a aislar mucho", pronostican fuentes del Elíseo.
"La presidencia francesa se marca como objetivo encontrar una solución a la crisis institucional", anunció Sarkozy, que viajará el día 21 a Dublín para tantear salidas al no irlandés.
Sarkozy se propone "luchar para que no se vaya demasiado deprisa hacia la Europa de varias velocidades que algunos quieren", según fuentes de la presidencia. La terquedad de los hechos amenaza con llevarse por delante la idea original de la construcción europea. "Quizá llegue algún día la Europa a varias velocidades. Pero antes intentaremos ir juntos. Europa se hizo para ir juntos", señala con un punto de melancolía el Elíseo.
[Por otra parte, el comisario de Comercio, Peter Mandelson, calificó ayer de "injustas", "equivocadas" y "decepcionantes" las críticas que le ha dirigido Sarkozy, acusándole de contribuir al no en el referéndum irlandés sobre el Tratado de Lisboa por la manera en la que está gestionando las negociaciones de liberalización comercial de la ronda de Doha en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), informa la agencia Reuters. Sarkozy declaró el lunes que Mandelson era en parte responsable del no irlandés, puesto que los agricultores de Irlanda estaban alarmados por las propuestas de la OMC en agricultura. Sarkozy añadió que no aceptaría un acuerdo de la OMC si eso significase que la agricultura europea sería sacrificada en aras del libre comercio].
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