Sarkozy devuelve Francia al corazón de la OTAN
El presidente confirma el retorno del país al mando integrado de la Alianza
Han pasado 43 años y cuatro días. El general Charles de Gaulle, el siete de marzo de 1966, por carta, apartó a Francia del mando integrado de la OTAN por divergencias con Estados Unidos. Ayer, el presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy, anunció que había "llegado el momento" de regresar al "núcleo duro" de la Alianza en un discurso pronunciado en la centenaria Escuela Militar, en París, en el que no olvidó mencionar al viejo general: "¿Quién puede saber lo que habría hecho hoy De Gaulle? ¿Quién cree que habría hecho en 1966 la política de 1923?".
Sarkozy, de este modo, irrumpió en un debate que estos días divide a la sociedad francesa sobre la integración completa de Francia en la Alianza Atlántica. No sólo la izquierda en bloque se opone. También hay un número indeterminado de diputados de derecha, viejos gaullistas en su mayoría, y dos ex primeros ministros: Dominique de Villepin y Alain Juppé.
El presidente de la República comenzó su discurso recordando que en este momento "por primera vez en la historia, Francia no sufre ninguna amenaza de invasión militar". Esto no quiere decir, para Sarkozy, que no existan peligros de los que defenderse, entre los que el mandatario francés citó en primer lugar el terrorismo. Después aseguró: "Las crisis que golpean el mundo afectan a nuestros valores, a nuestros intereses y a la seguridad de los franceses".
Luego advirtió que en este mundo que se metamorfosea a gran velocidad es preciso que Francia cambie para que continúe siendo una gran potencia. "No creo que el papel de una gran potencia responsable como Francia deba ser quedarse a medio camino, es decir, en ninguna parte", añadió.
Sarkozy insistió en el contrasentido que a su juicio implica pertenecer a la OTAN (Francia fue de uno de sus miembros fundadores en 1949) sin formar parte del mando integrado: "Nuestros soldados actúan en las operaciones militares, pero no tomamos decisiones", afirmó.
Con todo, precisó que Francia conservará su independencia. La pérdida de soberanía o que ésta acabe en manos de Estados Unidos ha constituido el eje de la crítica de los diputados del partido de Sarkozy que se oponen al ingreso en el "núcleo duro" de la Alianza. El presidente les contestó expresamente: "Las Fuerzas Armadas son y seguirán siendo nacionales. No podrán integrarse en ningún Ejército supranacional del que perdamos la responsabilidad. Además, nadie quiere eso".
Y continuó: "Conservaremos nuestra fuerza nuclear de forma independiente y conservaremos nuestra libertad de opinión a la hora de enviar tropas". Después concluyó sobre este asunto: "Afirmo solemnemente que los que aseguran que nuestra independencia se verá mermada engañan a los franceses. E insultan a nuestros socios europeos, a nuestros aliados, dejando entender que no son independientes. Felipe González, un gran europeo que llevó a España a la OTAN, lo ha dicho últimamente [en referencia a una tribuna publicada en Le Figaro del ex presidente del Gobierno español]".
Sarkozy terminó recordando que la semana que viene el debate se trasladará a la Asamblea Nacional. Previsiblemente, los diputados de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de centro-derecha de Sarkozy, que no estén de acuerdo se ausentarán del hemiciclo.
El 2 de abril, se celebrará una reunión de la OTAN en las ciudades fronterizas de Kehl (Alemania) y Estrasburgo (Francia), separadas por el Rhin. Será allí, previsiblemente, donde Sarkozy oficialice la petición francesa de reingresar en el mando integrado de la Alianza. Se cumplirán entonces 60 años de la creación de la OTAN y 43 desde que De Gaulle envió una carta al presidente estadounidense Lyndon Johnson comunicándole que Francia se apartaba del "núcleo duro" de la OTAN y conminándole a que retirara las bases norteamericanas de territorio francés.
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