_
_
_
_

Pasta de caudillo

Néstor Kirchner, durante un acto elctoral en La Plata en mayo de 2009 durante las elecciones al Congreso.
Néstor Kirchner, durante un acto elctoral en La Plata en mayo de 2009 durante las elecciones al Congreso.AP

Néstor Kirchner fue un hombre imposible de encasillar. Llegó al poder en pleno auge en Sudamérica de presidentes como el brasileño Lula da Silva, el uruguayo Tabaré Vázquez o el venezolano Hugo Chávez. Y aunque a veces tomaba decisiones que se inscribían en la izquierda moderada que representaron los dos primeros, no tenía reparos en alinearse con el eje bolivariano más radical. En un mismo discurso, Kirchner era capaz de mezclar enunciados de Milton Friedman y de Ho Chi Minh sin cambiar de registro. Su gran motor, para bien y para mal, fue la pasión. Tal vez porque era hijo de una mujer profundamente católica y creció en la ventosa inmensidad de la Patagonia, Kirchner invocó la Pasión de Cristo para dar cuenta de su proyecto político: Estamos saliendo paso a paso de la peor crisis que hemos vivido, de lo que ha sido y aún es el calvario de Argentina", dijo ante el Congreso en 2005.

Más información
La muerte del ex presidente Néstor Kirchner deja un vacío de poder en Argentina
Las acciones y los bonos argentinos se disparan tras la muerte de Kirchner
Muerte con las calles vacías
Un presidente que quiso todo el poder y se enfrentó a la prensa
Sergio Olguín: "Hoy nos sentimos huérfanos"

El ex presidente jamás perdonó las medias tintas de sus colaboradores más cercanos ni admitió fisuras en el Frente para la Victoria , su grupo dentro de la familia peronista. Una persona muy cercana a él definió una vez el faro que guiaba a Kirchner: "El poder es consenso y autoridad y Kirchner solo se aviene a negociar una vez que ha impuesto su autoridad y cuenta con el respaldo de la gente". El ex presidente sabía que ser el centro de todo era vital para su supervivencia política. Si en la historia de Argentina desde la independencia hace 200 años el poder se repartió entre nacionalistas (de derechas o de izquierdas) y liberales (conservadores o progresistas), Kirchner definitivamente encajaba en el primer grupo. Era un caudillo de su partido, el peronista, como no podía ser de otra manera para ejercer y mantener el poder.

El ex presidente Nestor Kirchner, en una fotografía de archivo junio de 2009. Kirchner falleció a los 60 años de edad tras sufrir un fallo cardíaco.
El ex presidente Nestor Kirchner, en una fotografía de archivo junio de 2009. Kirchner falleció a los 60 años de edad tras sufrir un fallo cardíaco.AFP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_