La ONU decide recontar el 10% de los colegios por el fraude

La Comisión de Quejas Electorales afgana, dependiente de la ONU, ordenó ayer el recuento de los votos en el 10% de los colegios electorales de Afganistán ante la incredulidad generada por las cifras comunicadas que atribuyen el 54,3% de sufragios al presidente Hamid Karzai, suficientes para hacer innecesaria una segunda vuelta. El recuento conlleva un retraso de semanas en la certificación de los resultados definitivos, lo que podría posponer la conclusión del proceso hasta el año que viene. Tal perspectiva aboca a un vacío político, que es lo último que Afganistán necesita ahora. "Todos estamos inquietos por las informaciones sobre fraude electoral", manifestó en Bruselas el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, pendiente de una estrategia de salida a cuatro años vista.

La Constitución afgana no prevé la prolongación del mandato de Karzai

La ECC, avalada por Naciones Unidas y responsable de dar validez a los resultados de las elecciones del pasado 20 de agosto, ordenó el recuento en los colegios electorales en que un solo candidato recibió más del 95% de los sufragios y / o se contabilizaron más de las 600 papeletas que cómo máximo se podían recoger en las urnas.

La decisión ha estado precedida por otras medidas de anulación de los resultados en puntos donde el fraude no admitía duda, lo que ha incluido hasta la comunicación de datos de urnas fantasma. Los analistas sobre el terreno consideran que, salvo que las cifras de fraude detectado adquieran dimensiones grotescas, será difícil salvar la diferencia de votos de que goza Karzai, quien si supera el 50% en la primera vuelta quedará reelegido.

Pero la incertidumbre técnica de calendario y la política de credibilidad pesan sobre la comunidad internacional. El recuento puede retrasar semanas, y hasta meses, la comunicación de los resultados definitivos, lo que destroza el calendario previsto de celebrar una segunda vuelta, en caso de necesidad, a primeros de octubre. Un hipotético retraso electoral por la llegada del invierno dejaría al país sin presidente dado que la Constitución afgana no prevé la prolongación del mandato de Karzai. Abdulá Abdulá, el principal rival de Karzai, con el 28,1% de los votos, declaró ayer a la agencia Reuters que en tal caso él es partidario de formar un Gobierno provisional no dirigido ni por Karzai ni por él mismo.

Javier Solana, como coordinador de la política exterior comunitaria, dijo que no había que precipitarse y que lo esencial era que al final el resultado fuera creíble. El sueco Carl Bildt, presidente de turno de la UE, subrayó que la credibilidad debería ser a ojos de los afganos. "Todos éramos conscientes de las dificultades" inherentes a tal consulta, organizada por los afganos tras 30 años de caos político, indicó Bildt, quien ironizó sobre la tasa de participación, estimada en el 30%-35%, al decir que "es decente para los estándares del Parlamento Europeo", que en junio sólo movilizó al 43% de los electores.

A la espera de los resultados que certifique la ECC, la Unión Europea se prepara para participar en la enésima conferencia internacional sobre Afganistán, auspiciada por Berlín y Londres y apoyada por toda la UE. La conferencia quiere mostrar el apoyo de la comunidad internacional al Gobierno que salga de las urnas con vistas a allegar los recursos que permitan dejar Afganistán en manos de los afganos en un plazo de unos cuatro años, como insistió Steinmeier ante sus homólogos de la UE.

En un principio se pensó, optimistamente, celebrar la reunión en Kabul, pero ayer Bildt introdujo realismo el decir que eso sería lo ideal, aunque tal vez hubiera que buscar otro lugar. Ya han acogido grandes conferencias sobre Afganistán Berlín, París, Londres y La Haya.