Millones de brasileños se quedan a oscuras
El peor apagón en una década afecta a Río de Janeiro, São Paulo y Belo Horizonte - Un fallo en el sistema de interconexión de B rasil colapsó la hidroeléctrica de Itaipú
Brasil, el gigante suramericano de 192 millones de habitantes, se quedó a oscuras la noche del martes (madrugada de ayer en España). Un apagón de casi cuatro horas, el mayor registrado en la última década, afectó total o parcialmente a 800 ciudades en 18 de los 26 Estados brasileños, así como al distrito federal de Brasilia, y desencadenó escenas de caos en las principales capitales del país, entre ellas Río de Janeiro, São Paulo y Belo Horizonte. El incidente, que afectó a cerca de 60 millones de personas, evocó situaciones que ya parecían parte del pasado, como las vividas durante la crisis energética de los últimos años del Gobierno del socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso (1995-2003).
El incidente, que no tuvo consecuencias graves, pone en aprietos al Gobierno
Desde entonces, el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, ha invertido no pocos recursos en infraestructura para que los cortes energéticos no se vuelvan a producir, aunque todo indica que esos esfuerzos no han sido suficientes para evitar que el mayor país de Suramérica se haya quedado a oscuras. El accidente planea como una sombra sobre el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, que se celebrarán en suelo brasileño.
El apagón se produjo a las 22.14 (hora local) del martes. En ese momento, Lula despachaba en Brasilia con su ministro de Minas y Energía, Edison Lobão, sobre el polémico asunto del reparto de los cánones de los nuevos yacimientos petrolíferos. El corte del suministro eléctrico se extendió como un reguero a lo largo y ancho de la geografía brasileña.
Según el Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), el corte energético fue total en São Paulo, Río de Janeiro, Mato Grosso do Sul y Espírito Santo. En los Estados de Minas Gerais, Paraná, Santa Catarina, Rio Grande do Sul, Pernambuco, Bahía, Goiás, Mato Grosso, Acre, Rondônia, Sergipe, Paraíba, Alagoas y Rio Grande do Norte la interrupción del suministro fue sólo parcial.
Gran parte del territorio paraguayo también se quedó sin luz, si bien el apagón tuvo menor intensidad que en Brasil. En el país vecino apenas duró entre 20 minutos y media hora.
El ministro de Minas y Energía explicó anoche que el corte de suministro se debió a "descargas atmosféricas, de vientos y lluvias muy fuertes" en el Estado de São Paulo, que provocaron un cortocircuito en tres líneas de transmisión y derribaron el sistema de interconexión eléctrica en un efecto dominó, provocando el colapso de la central hidroeléctrica de Itaipú. "El propio Instituto Nacional de Meteorología nos informó de que hubo una concentración muy grande de esos fenómenos" en la región de Itaberá, en São Paulo, dijo el ministro en una conferencia de prensa.
Lobão confirmaba así la explicación, en la mañana de ayer, del secretario ejecutivo del Ministerio, Marcio Zimmermann, cuando admitió que el apagón tuvo su origen en la desconexión de tres líneas de transmisión de energía entre los Estados de Paraná y São Paulo. Según Zimmermann, el accidente fue inevitable ya que ningún país del mundo está preparado para hacer frente a una situación de contingencia triple.
"Nuestro sistema está preparado para una contingencia doble y, técnicamente, los sistemas más fiables del mundo son de contingencia doble", afirmó el número dos de Lobão. Según el Gobierno de Brasilia, resulta económicamente inviable prevenir que tres líneas de transmisión se puedan desconectar al mismo tiempo.
Lula, que convocó al ministro para pedir una explicación urgente de las causas del apagón, negó que su Gobierno hubiera descuidado el mantenimiento y la modernización de las infraestructuras eléctricas, y aseguró que la inversión en líneas de transmisión de los últimos siete años equivalía al 30% de lo gastado en los 120 años anteriores. "No tuvimos un fallo en la generación de energía, sino un problema en la línea de transmisión", recalcó.
La primera versión de Lobão, poco después de confirmarse la gravedad del apagón, señalaba que un enorme fallo de la central de Itaipú -sólo superada en tamaño por la china de las Tres Gargantas, aún en construcción-, era el origen del corte. Itaipú fue construida por Brasil y Paraguay, que la explotan conjuntamente.
Las autoridades de la hidroeléctrica se sacudieron cualquier responsabilidad, y recordaron que "en 15 minutos Itaipú restableció el sistema paraguayo, lo que refuerza el hecho de que la causa del problema fue externa a la planta". Es la primera vez que la central se paraliza completamente desde su inauguración, en 1982. Según la administración de Itaipú, poco después del apagón, las turbinas de la central se desconectaron automáticamente para evitar daños, puesto que la planta no podía evacuar la energía que estaba produciendo por el problema en las líneas de transmisión.
El apagón, que no registró consecuencias demasiado graves, sí pone al Gobierno de Lula en una situación embarazosa. El pasado 25 de septiembre, la ministra de la Casa Civil y candidata de Lula a la presidencia en las elecciones de 2010, Dilma Rousseff, declaraba ante un grupo de corresponsales que Brasil había superado la etapa de los apagones que marcó el fin del segundo mandato del ex presidente Cardoso.
Irónicamente, la declaración triunfalista se convirtió ayer en un azote para la propia Rousseff, a la que muchos le atribuyen la modernización de los sistemas de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica durante sus años como ministra de Minas y Energía (2003-2005).
La oposición no tardó ayer en hacer sangre con el asunto. El que previsiblemente se enfrentará el año que viene a Dilma Rousseff en la lucha por la presidencia, el actual gobernador de São Paulo, José Serra, calificó el incidente de "muy grave" y dijo que "nunca antes la planta de Itaipú había dejado de trabajar completamente. Esto denota una falta de inversión y calidad de los servicios".
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