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Reportaje:Intervención aliada en Libia

Miedo y cautela en la calle árabe

La coalición aliada cuenta con la complicidad del canal catarí Al Yazira

Ana Carbajosa

Libia no es Irak. Por eso, la respuesta de la llamada calle árabe a los bombardeos sobre Libia de la coalición internacional de los tres últimos días no ha sido de rechazo, aunque sí de preocupación y cautela. Temen los árabes que esta intervención justifique otras futuras en la zona, que sea una mera excusa para hacerse con los recursos energéticos de la zona y sobre todo que cause tantas bajas civiles como las que dice pretender evitar. Los recientes titubeos de la Liga Árabe -criticaron la operación militar para luego retractarse- y los intentos de los líderes de la región de tomar el pulso a sus gobernados dan una idea de lo volátil de la situación.

En cualquier caso, aún es pronto para saber con certeza cómo evolucionará el apoyo inicial a las fuerzas aliadas, que dependerá en buena medida de la naturaleza e intensidad de las incursiones militares. De momento, las potencias occidentales cuentan en su misión con un aliado de excepción. Al Yazira, la influyente cadena de televisión catarí y gran correa de transmisión de las revoluciones árabes, ha apoyado sin fisuras el levantamiento libio y ha mantenido incluso un tono de oficiosa aprobación con los bombardeos de la coalición internacional.

El tono de la cadena para la misión libia es muy distinto del de la guerra de Irak
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La sintonía entre los rebeldes libios y la cadena catarí ha sido total desde el comienzo de las revueltas. La reciente muerte de un cámara de Al Yazira en el este de Libia a consecuencia de una emboscada no hizo sino acrecentar la comunión entre ambos actores. Hasta el punto de que, cuando los rebeldes apresaron un barco del régimen de Gadafi, lo bautizaron Ali Hassan al Jaber, en honor al camarógrafo. El tono empleado por el canal en los últimos días tiene muy poco o nada que ver con la cobertura de la guerra de Irak. La evidencia máxima a juicio de algunos observadores ha sido la aparición en Al Yazira, el pasado domingo, de Yusuf al Qardawi, gran referente teológico en el mundo musulmán suní. Qardawi salió a la palestra para decir que las operaciones contra Gadafi no son una "cruzada" como dijo el líder libio, sino una demanda de los árabes.

"Nosotros no tenemos línea editorial. Ni apoyamos ni dejamos de apoyar la zona de exclusión aérea en Libia. Nosotros solo retransmitimos noticias", dice por teléfono desde Catar un portavoz de Al Yazira. Sobran analistas en la región que le dan la razón y alaban la independencia de la cadena, pero hay quien cree también que no es casualidad que Catar, el emirato fundador y financiador de Al Yazira participe con cuatro aviones en la misión bélica libia.

En los últimos meses, Al Yazira, la voz de la calle, se ha situado del lado de los manifestantes árabes y en contra de los dictadores que apoyaban las políticas occidentales; una combinación que ha disparado la popularidad de la cadena. El caso libio le plantea, sin embargo, nuevos dilemas. Porque una cosa es desear la caída de Gadafi y otra apoyar una intervención capaz de despertar los más siniestros fantasmas de Irak.

"Vivimos con el recuerdo de Irak. Sí, los árabes quieren que se vaya Gadafi, pero no quieren que eso sea una excusa que utilicen los países occidentales para hacerse con el petróleo. ¿Desde cuándo le ha importado a Occidente la democracia en Libia? ¿Quién se va a creer ahora esto?", se pregunta Elias Zanarini, periodista y asesor del Gobierno de la Autoridad Palestina. Argumentos como los suyos se escuchan estos días con frecuencia en Oriente Próximo.

Hay quien cree que la distancia entre la opinión pública y la cadena catarí, susceptible de aumentar al ritmo que aumenten las víctimas civiles de los bombardeos internacionales, podría costarle caro a la influyente cadena. "Al Yazira se está arriesgando a perder parte de su credibilidad y audiencia en el mundo árabe", estima Marwan Kraidy, profesor de ciencias de la comunicación de la Universidad de Pensilvania y experto medios de comunicación en el mundo árabe. "La gente está empezando a darse cuenta de que tal vez Al Yazira no sea lo que creían. La cobertura entusiasta de la zona de exclusión aérea y el haber dejado de retransmitir un discurso de Nasralá [Hasan, líder de Hezbolá] ha sido muy sintomático", añade.

La prensa árabe llevaba ayer a primera página los bombardeos de la coalición internacional y destacaban los recelos de la Liga Árabe. "Los bombardeos atacan a la aviación libia y el armamento de Gadafi", titulaba Al Sharq Al Awsat. Los comentarios de las ediciones digitales de la prensa árabe daban una idea de las contradicciones que recorrían al mundo árabe.

Mientras algunos internautas felicitaban a los países aliados, otros como un tal Abdulá dejaba por escrito su rechazo en la web del canal Al Arabiya: "Todos los países árabes tenemos que resistir contra la agresión colonial de Estados Unidos y de Reino Unido cuyo fin es controlar el petróleo en Oriente Próximo". La noticia titulada Aviones árabes participan en la misión en Libia era la más leída en la web de Al Arabiya.

PARTIDARIOS DE GADAFI CONTRA BAN KI-MOON. Seguidores del dictador libio Muamar el Gadafi intentaron agredir ayer, en El Cairo, al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, cuando abandonaba la sede de la Liga Árabe.
PARTIDARIOS DE GADAFI CONTRA BAN KI-MOON. Seguidores del dictador libio Muamar el Gadafi intentaron agredir ayer, en El Cairo, al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, cuando abandonaba la sede de la Liga Árabe.AMR ABSALLAH DALSH (REUTERS)

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Sobre la firma

Ana Carbajosa
Periodista especializada en información internacional, fue corresponsal en Berlín, Jerusalén y Bruselas. Es autora de varios libros, el último sobre el Reino Unido post Brexit, ‘Una isla a la deriva’ (2023). Ahora dirige la sección de desarrollo de EL PAÍS, Planeta Futuro.

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