Hallada muerta una transexual relacionada con el gobernador del Lazio
Piero Marrazzo presentó su dimisión tras el escándalo y el frustrado chantaje de cuatro carabineros
El enrevesado y ambiguo caso de espionaje y chantaje que acabó hace unas semanas con la carrera política del ex gobernador de Lazio, Piero Marrazzo (centro izquierda), se ha cobrado este viernes su segunda víctima mortal.
La transexual brasileña apodada Brenda, de 32 años, testigo del caso y amiga de Natalie, la travestí que frecuentaba el ex político del Partido Democrático, fue hallada muerta en un semisótano al norte de Roma, a solo dos kilómetros del edificio de vía Gradoli donde Marrazzo fue grabado en vídeo por cuatro carabineros el pasado mes de julio.
Los fiscales que se encargan de la investigación creen que Brenda murió asfixiada mientras dormía a causa del humo que produjo un incendio intencionado. Según algunas informaciones, no confirmadas, la policía halló restos de líquido inflamable.
Una amiga de Brenda, Barbara, contó a las televisiones que su compañera tenía preparadas las maletas para irse de viaje, y que horas antes de morir había bebido whisky con ella en el apartamento de 10 metros cuadrados.
"Tenía miedo y quería volver a Brasil", declaró Barbara entre lágrimas. Poco después, dijo a otros medios que volvió a ver a la víctima hacia las 4.30 de la madrugada "mientras pedía unas gotas para dormir" a una tercera transexual.
El ordenador portátil de Brenda fue hallado en el lavabo, como si hubiese sido sumergido en agua, lo que refuerza la idea de que el móvil del supuesto homicidio sería obtener el silencio de la víctima e intimidar de paso a otros posibles testigos.
Los expertos informáticos de la policía intentarán rescatar los archivos del ordenador, aunque nadie aclaró por qué el presunto asaltante habría preferido mojarlo en vez de llevárselo.
Los hechos sugieren que este nuevo misterio italiano esconde más enigmas de lo que parecía en principio. La hipótesis que manejan los investigadores desde el principio es que entre los clientes de las transexuales hay políticos, personajes y empresarios excelentes, lógicamente interesados en que su identidad no salga a la luz.
Brenda, morena y de pecho abundante, había aparecido con cierta profusión en los medios de comunicación locales. Marrazzo declaró ante los jueces que, en ausencia de su favorita Natalie, con quien mantenía una larga relación, había recurrido alguna vez a sus servicios.
El crimen inquietó mucho a la magistratura y a los propios transexuales. Cuatro jueces distintos acudieron al apartamento de Brenda en la via Due Ponti cercana a la carretera de la Cassia, una zona donde se prostituyen muchos travestidos.
El otro fallecido del caso Marrazzo es Gianguarino Caffasso, un lobo nocturno que ejercía como chulo de algunas transexuales y les suministraba cocaína de manera habitual. Los jueces creen que fue él quien avisó a los carabineros de que el gobernador había visitado el día de autos a Natalie.
El hombre, que pesaba más de 100 kilos, murió a causa de un infarto en septiembre, en la habitación de un hotel barato de la capital, presuntamente a causa de una sobredosis de cocaína. Los investigadores analizan su posible relación con los Casaleses, el clan de la Camorra, y han pedido la autopsia del cadáver para determinar las causas de su muerte.
El caso que llevó a dimitir al popular ex político del PD y ex presentador de la RAI se fraguó en julio pasado con la irrupción de varios carabineros en la casa de Natalie a plena luz del día. El gobernador fue cazado con los pantalones bajados, y los carabineros filmaron algunas imágenes con un móvil.
Luego, en vez de chantajear a Marrazzo pidiéndole dinero o favores, trataron de vender el vídeo, a través de la agencia milanesa Photo Masi, a distintas revistas y periódicos, durante semanas, sin llegar a lograrlo.
En octubre, la filmación, que había circulado por varias redacciones afines al centro derecha (Libero, Panorama, Chi...), llegó a manos de Silvio Berlusconi, primer ministro y magnate editorial y mediático, a través de su hija Marina, presidenta de Mondadori.
Dos semanas después, Berlusconi telefoneó a Marrazzo, le dijo que no pensaba publicar las imágenes y le dio el teléfono de la agencia que lo había lanzado al mercado. En ese momento, la justicia intervino y el caso explotó. La inmediata dimisión del gobernador y su ingreso en un convento pareció calmar las aguas; ahora la enigmática muerte de Brenda vuelve a enturbiarlas.
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