Francia pide a sus ciudadanos que salgan de Costa de Marfil
Hay un "riesgo real" de guerra civil en el país, según Naciones Unidas
La situación en Costa de Marfil, casi un mes después de las elecciones presidenciales del pasado 28 de noviembre, es cada vez más tensa. Francia, como ya habían hecho Alemania, Reino Unido y Nigeria, pidió ayer a sus ciudadanos que abandonen el país; mientras, arrecian los llamamientos al autoinvestido presidente costamarfileño, Laurent Gbagbo, a que abandone el poder. Ayer fue el turno de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, quien le pidió en nombre de la Unión Europea que se retire "sin demora y sin otras condiciones". Mientras tanto, el Banco Mundial congeló ayer los fondos de ayuda destinados al país, cuyo monto ascendía en enero pasado a más de 800 millones de dólares.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, alertó el martes del "riesgo real" de que estalle una nueva guerra civil, seis años después del fin del conflicto armado que empezó en 2002. El presidente saliente, Laurent Gbagbo, repite que es el ganador de las presidenciales a pesar de que la comisión electoral independiente y Naciones Unidas otorgaron la victoria al líder de la oposición Alassane Ouattara. Los enfrentamientos entre partidarios de los dos candidatos han causado al menos 50 muertos, según la ONU. El Consejo de Seguridad renovó esta semana el mandato de los 10.000 cascos azules presentes en el país en contra de la postura de Gbagbo, que pide su retirada.
El primer ministro designado por Ouattara, Guillaume Soro, instó ayer a la comunidad internacional a que considere el uso de la fuerza para derrocar a Gbagbo, que se mantiene firme en su desafío al veredicto salido de las urnas. La Unión Europea y Estados Unidos han anunciado la imposición de sanciones al autoproclamado presidente Gbagbo y a su círculo de familiares y amigos, en un intento de forzarle a abandonar el país, mientras algunos Estados africanos le han invitado a exiliarse en ellos.
Pero Gbagbo no da señales de debilidad. Anteayer, en una maniobra que según Ouattara solo busca ganar tiempo, quien detenta la presidencia invitó a un comité internacional a reexaminar los resultados de las elecciones presidenciales. "Durante los últimos cinco años [Gbagbo] intentó todo tipo de maniobras para posponer la convocatoria de las elecciones. Finalmente fuimos a las urnas, y ahora no quiere ceder el poder", dijo ayer Patrick Achi, portavoz de Ouattara.
El miércoles, Gbagbo también había amenazado a las fuerzas de la ONU, cuya salida del país ha solicitado reiteradamente, con tratarlas como si fueran tropas rebeldes.
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