Comienza la Cumbre Iberoamericana en busca de la "cohesión social"

La XVII Cumbre Iberoamericana ha arrancado con el desafío de disminuir la desigualdad en momentos que la región vive un período de crecimiento económico, que no se ha traducido en mejoras de las condiciones de vida de la mayoría de los ciudadanos.

En su discurso de apertura de la cumbre, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha considerado que la cohesión social, lema de esta cumbre, "expresa la voluntad de que se haga realidad el sueño de tantos y tantos", de lograr "sociedades más equitativas y libres". La anfitriona de la cumbre y actualmente la única mujer al frente de un gobierno en Iberoamérica, ha manifestado su deseo de que un día "la exclusión ética y social sea un mal recuerdo" en Latinoaérica, donde hay más de 205 millones de pobres, de los que 79 viven en la extrema pobreza.

Uruguay tiende una mano a Argentina

La ceremonia de apertura de la cumbre se ha celebrado en el Club Hípico, monumento histórico fundado en 1869, estuvo marcado por el tono poético de los discursos y por la ausencia de ocho presidentes latinoamericanos. La ceremonia de apertura ha comenzado en la capital chilena con un discurso del Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias. Iglesias ha declarado que la "pobreza no es una maldición bíblica" irremediable y que "es el tiempo de la verdad", en el que América Latina tiene que saber "cómo crecer sostenidamente" y cómo resolver "las disparidades sociales, territoriales, de etnia y género y los dramáticos bolsones de excluidos".

Por su parte, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, ha aprovechado su intervención para apelar a su homólogo de Argentina, Nestor Kirchner, a que el río fronterizo que está en el centro de un conflicto entre ambos países por la construcción en su ribera de unas papeleras les "atraiga a un abrazo". Tabaré ha abogado porque "ese río que nos recorre de norte a sur, uniendo este y oeste nos atraiga a un abrazo fraterno y prolongado entre nuestros dos pueblos".

Para el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que también tomó la palabra en la apertura de la cumbre, la cohesión social es "fundamental para alcanzar las metas del milenio" y "es fundamental" también en temas de inmigración y para afrontar desafíos como el cambio climático.

Encuentros bilaterales

En esta XVII Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile, está previsto que los jefes de Estado y de Gobierno participantes discutan sobre los efectos de la globalización y den un impulso para una mayor cohesión social en la región. El encuentro servirá también para que algunos países limen asperezas en temas fronterizos, como Argentina y Uruguay y entre Perú y el anfitrión, Chile.

Algunos líderes ya han llegado a Santiago, entre ellos el Rey de España y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, el misterio rodea la presencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien no ha llegado a la inauguración del encuentro. No asistirán los presidentes de México, Felipe Calderón, y República Dominicana, Leonel Fernández, por la catástrofe causada por la tormenta tropical Noel, ni tampoco los de Panamá ni Cuba.

Al iniciar el encuentro de jefes de la diplomacia, el ministro chileno de Exteriores, Alejandro Foxley, ha asegurado que uno de los principales desafíos de la globalización es combatir la delincuencia y la violencia, ya que "América Latina es la segunda del mundo más afectada por la violencia después de Africa".

En ese marco, ha destacado como única herramienta para la exclusión y la pobreza un sistema de protección social similar al que se ha implantado en la península Ibérica, el cual deja la lección de "no hay ni democracia ni crecimiento económico sin un sistema de protección social que proteja a los más vulnerables y desprotegidos del proceso de globalización". Los líderes iberoamericanos tienen previsto realizar varios gestos políticos para avanzar hacia una mayor inclusión social en América Latina.

Los ministros trabajan en varios documentos, entre los que destaca la redacción del Convenio Multilateral Iberoamericano de Seguridad Social, un "Plan de Acción" y la "Declaración de Santiago", que serán firmados por los mandatarios asistentes en la ceremonia de clausura el sábado, y en los que se comprometen a encarar iniciativas conjuntas en áreas como trabajo, impuestos, educación y corrupción. Además de las reuniones de trabajo, está previsto que los presidentes sostengan reuniones bilaterales para tratar de resolver varios temas concretos.

La Cumbre de los Pueblos será clausura el sábado con un acto masivo en el Velódromo del Estadio Nacional, en el que los organizadores esperan la presencia de los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, Evo Morales, de Bolivia y Rafael Correa, de Ecuador, además del vicepresidente de Cuba, Carlos Lage.