Bruselas cree probada la voluntad de Serbia de integrarse en la UE

La Comisión Europea, el Parlamento Europeo y la OTAN han recibido con declarada satisfacción la noticia de la detención de Ratko Mladic, acontecimiento que para Bruselas "prueba la voluntad de Serbia de avanzar hacia la UE" y para la OTAN constituye "un paso importante hacia una Europa completa, libre y en paz", según el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen.

Cuando todavía se estaba a la espera de la confirmación oficial de la noticia y del comentario canónico de la presidencia sobre la captura de Mladic, una portavoz del Ejecutivo comunitario ha señalado que "Serbia ha entendido la importancia de cooperar con el TPIY [Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia], de reconciliarse con la historia y con el pueblo y que ha decidido que quiera avanzar en su camino hacia la UE".

A Catherine Ashton, coordinadora de la política exterior comunitaria, le sorprendió la noticia camino de Belgrado, donde esta tarde tenía previsto entrevistar se con el presidente Boris Tadic. En su Twitter alguien ha escrito: "Ashton celebra profundamente la detención de Ratko Mladic, es un paso importante adelante para Serbia y la Justicia internacional". Desde su entorno también se ha hecho llegar que pedirá a Tadic que el prófugo "sea transferido sin dilación al TPIY".

"La detención es una buena noticia para Serbia, para la estabilidad de la región y da nuevo ímpetu al proceso de adhesión de Serbia a la UE", subraya Jerzy Buzek, presidente del Parlamento Europeo. "Su detención es una prueba convincente de los esfuerzos de Serbia y de su cooperación con el TPIY".

Desde la OTAN, Rasmussen recuerda que "Mladic jugó un papel crucial en algunos de los más negros momentos de la historia de los Balcanes y Europa" y aventura que "su detención ofrece por fin la oportunidad de que se haga justicia". A su juicio, "hoy hemos visto un paso importante hacia una Europa completa, libre y en paz".

La colaboración de Belgrado con el TPIY y la consiguiente detención con Mladic era una de las condiciones objetivas para la entrada de la Serbia en la Unión. Pero hay otras tampoco fáciles de resolver, como el que Serbia y la secesionista Kosovo establezcan una buena relación de vecindad. Superadas tales trabas debería abrirse un proceso negociador de Serbia con Bruselas hacia la integración que podría durar años. Ahora mismo, con Croacia a punto de culminar un programa que Zagreb querría cerrar en junio, surgen obstáculos (de Francia, Países Bajos y Reino Unido) a su plena integración, reflejo de la saturación de los europeos comunitarios con la ampliación del club.