Los hijos de Jackson, de caras tapadas a sobreexposición pública
La familia del cantante fallecido no respeta sus esfuerzos por mantenerlos alejados de la fama
Las lágrimas de Paris Michael Katherine Jackson conmocionaron a los espectadores que seguían el funeral del rey del pop desde todos los lugares del mundo el pasado martes. Ese momento acabó con los esfuerzos de su padre para mantenerla a ella y a sus dos hermanos, Michael Joseph de 12 años y Prince Michael II, de siete, alejados de la mirada pública. Michael Jackson solía protegerlos con pañuelos, máscaras, gafas e incluso con burkas, alejándolos de los paparazzi para darles la infancia que él no tuvo.
Los vástagos del cantante, vestidos completamente de negro, estuvieron sentados en primera fila, junto al resto de la familia, y siguieron el espectáculo en el que numerosos amigos de Michael lo homenajeaban con canciones y discursos. Todos quedaron eclipsados cuando una afligida Paris, con un guante negro como los que solía usar Michael, tomó la palabra para reivindicar la figura de su progenitor. "Desde que nací, papá siempre fue el mejor padre que uno pudiera imaginar", dijo entre sollozos. Apenas 25 conmovedores segundos sirvieron para transformar a Paris, y por extensión a sus hermanos -el pequeño llevaba incluso un muñeco de su padre-, de extraños niños criados a la sombra un padre extravagante y muy reservado en personajes públicos. Un giro de 180 grados en la vida de los menores, principales herederos, junto a la madre del artista, de la fortuna del cantante.
Debate público
El pequeño discurso de Paris pronto se convirtió en un vídeo con miles de visitas en Internet, donde ha sido muy comentado y ha creado un debate en torno a la espontaneidad de su testimonio y sobre la sobreexposición de los niños -¿hacía falta subirlos al estrado y hacerlos hablar?-. La repentina salida de los pequeños ante los ojos de medio mundo llevó a muchos usuarios de Twitter a dudar de la naturalidad de la niña y se ha especulado con que habría sido "animada" a participar.
Psicólogos infantiles también han entrado en la polémica, han criticado la aparición de los menores en los medios y han asegurado que la familia cometió un error al dejar que Paris hablara para la audiencia por ser una experiencia traumática. Los expertos han señalado que, cuando los niños sufren una situación dramática como la muerte de uno de sus progenitores, lo recomendable es mantener, en la medida de lo posible, un ambiente de normalidad en sus vidas para facilitar la asimilación de la pérdida.
Una idea que no encaja con subir a un escenario, lo mismo que quiso evitar la actriz y amiga íntima de Jackson, Elisabeth Taylor, quien rechazó la invitación a tomar parte en el homenaje público: "No creo que Michael quisiera que compartiera mi pena con millones de personas". Los hijos de Jackson siempre han sido uno de los misterios que han rodeado al cantante. De piel blanca, a pesar de que Jackson es afroamericano, y nacidos de dos madres distintas, con las que el artista acordó económicamente la cesión de la custodia, los niños parecen estar llamados a llenar muchas páginas de revista. El próximo lunes 13, un juez de la Corte Superior del condado de Los Ángeles tendrá que decidir quién se hará cargo de la custodia de los pequeños, ahora tutelados provisionalmente por su abuela Katherine.
Es posible que la ex mujer de Jackson, Deborah Rowe y madre de los dos hijos mayores del cantante, reclame el control sobre ellos, lo que daría origen a una dura batalla legal. El más pequeño, Prince Michael II, también llamado Blanket -el que Jackson asomó a un balcón en Berlín con peligro de que se cayera-, proviene de una madre de alquiler cuyo nombre no se ha hecho público, al parecer europea. En su último testamento, Jackson concedió la custodia a su madre, Katherine, y a en su defecto a la cantante Diana Ross, quien tampoco asistió al homenaje póstumo, y excluyó explícitamente de cualquier herencia a Rowe. La batalla por la custodia puede ser dura si se tiene en cuenta que los tres hijos son los destinatarios del 40% de la riqueza dejada por el artista.
Más de 30 millones de espectadores en Estados Unidos
La firma Nielsen Media Research ha informado que el funeral de dos horas de Jackson en Los Ángeles fue transmitido el martes en directo por 18 cadenas de televisión y cable estadounidenses, atrayendo una audiencia de 31,1 millones de personas. Pese a que la cifra no incluyó los otros millones que se cree lo vieron por internet o en repeticiones, palideció en comparación a las 37,8 millones de personas que observaron en enero la toma de mando del presidente Barack Obama. Tampoco superó en audiencia a los entierros del ex presidente Ronald Reagan y el de la princesa Diana de Gales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.