Una de las víctimas del juicio contra los Dominican Don't Play: "La emprendieron a tiros"
El fiscal pide 35 años de cárcel para los cinco integrantes de la banda que dispararon a cuatro rivales en 2009 en Alcobendas.- El líder de la banda se niega a declarar en el juicio que comienza hoy
"Se abalanzaron sobre nosotros y la emprendieron a tiros", ha declarado esta mañana Valentín M. M., una de las víctimas de un tiroteo registrado en mayo de 2009 en la puerta de la discoteca de Alcobendas cuyo juicio que ha empezado esta mañana en la Audiencia Provincial de Madrid. Valentín recibió un disparo en el hemitórax derecho que le dejó en estado muy grave. Por el intento de asesinar a otros cuatro rivales a tiros durante una reyerta en esa localidad madrileña, se sientan en el banquillo cinco miembros de la banda radical violenta de los Dominican Don't Play (DDP). Valentín, que ha negado pertenecer a la banda rival de los Trinitarios, ha reconocido en juicio a tres de los acusados y ha rememorado cómo se enfrentó a dos de los acusados después de verlos rayarle el coche en la feria de Alcobendas. "Me dirigí a ellos para preguntarles si habían sido ellos. Me dijeron que sí y decían que lo hacían porque era de una banda rival", ha declarado.
Atacaron con una pistola a cuatro jóvenes de otro grupo rival
Uno de los acusados fundó la rama madrileña de la organización
El principal acusado se ha negado a declarar. Macguive Calcaño Cuevas ha rechazado contestar a las preguntas de la fiscal al inicio de la vista oral, que ha comenzado a las 12.00 y que se prolongará tres días. Los cinco se enfrentan a penas de 35 y 36 años de cárcel, según la calificación del ministerio público. El fiscal mantiene la máxima imputación para MacGuive Calcaño Cuevas, nacido en la República Dominicana. Le considera el soberano o máximo responsable de la sección de Alcobendas. Por tanto, se encargaba de organizar al grupo y controlar a sus miembros. El resto son considerados por el ministerio público como "miembros activos de la organización que participan en las actividades violentas organizadas bajo las órdenes del superior".
Un arma modificada
El segundo implicado en el juicio, Guiler Villar Reyes, ha asegurado que cuando se produjo la reyerta en la discoteca Sucre él se había ido con su ex novia a su casa. Ella se encontraba mal. Otro de los imputados, Carlos Alberto Montilla, ha declarado que nunca ha estado en Alcobendas ni ha pisado el local del incidente. De hecho, ha asegurado que en el momento en el que se produjeron los hechos estaba durmiendo. Los hechos que se enjuician ahora ocurrieron a las seis de la mañana del 17 de mayo de 2009 en la calle del Capitán Francisco Sánchez, frente a la discoteca Sucre de Alcobendas. Los cinco procesados, junto con otras personas no identificadas, se fueron hacia un grupo al que identificaron como integrantes de la banda rival de Los Trinitarios. Se acercaron a ellos, según la Fiscalía, "con la intención de acabar con sus vidas y de atentar contra su integridad física". Para ello utilizaron una pistola semiautomática detonadora de la marca Blow. Había sido modificada de forma que podía disparar proyectiles esféricos similares a las balas. Uno de los acusados, Luis Alberto Campusano, sacó de una mochila el arma y se la entregó a Calcaño, que disparó a cañón tocante en la espalda contra uno de los integrantes del grupo oponente, Valentín.
Luego hizo lo mismo, también por la espalda, contra otro, Heiser Lizandro M. M. El proyectil le entró por un glúteo. La intervención de un compañero suyo evitó que le alcanzara una zona vital. Calcaño efectuó un tercer disparo, según el fiscal, sobre César Raúl R. V., que le alcanzó en una mano. Los tres agredidos, junto con un cuarto componente del grupo, recibieron patadas y puñetazos por todo el cuerpo. En el caso de César Raúl R. V., sufrió tres cortes con un machete en la espalda. Además, Calcaño le dio un fuerte puñetazo en la cabeza que le hizo caer al suelo, donde continuaron agrediéndole el resto de procesados, según las conclusiones preliminares del fiscal.
Como consecuencia del ataque, Valentín sufrió una herida por arma de fuego con orificio de entrada en el hemotórax posterior izquierdo, además de perforación de colon y diversas contusiones, entre otras lesiones. "Las citadas lesiones le hubiesen provocado la muerte de no recibir asistencia médica inmediata", afirma el escrito. Heise Lizandro M. M. tiene todavía presumiblemente material metálico (perdigones) en su glúteo izquierdo, mientras que César Raúl R. V. sufre secuelas estéticas. El cuarto integrante del grupo, Anderson Uneris P. R., resultó ileso. El fiscal acusa a los cinco imputados de ser autores de los delitos de asociación ilícita, de tenencia ilícita de armas, de dos asesinatos en grado de tentativa y de un delito de lesiones en tentativa, además de una falta de maltrato de obra y el pago de multas por valor de 6.240 euros.
En el caso de Calcaño aumenta en un año la petición de cárcel (36 años), ya que le considera uno de los fundadores de los DDP en España y más concretamente en Madrid. También se les exige una responsabilidad civil de indemnización conjunta y solidaria hacia las víctimas por un montante de 33.538 euros y la prohibición de acercarse y comunicarse con las víctimas de 18 años. Tres de los cinco acusados están en prisión desde mediados de mayo de 2009.
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