La explosión en el hotel de Mogán se cobra su primera vida

Anita B.L., de nacionalidad noruega y 55 años, ha fallecido la madrugada de este jueves en el Hospital Universitario Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, después de la explosión que sufrió ayer la zona de Spa del hotel en el que se encontraba alojada en el municipio turístico de Mogán. Desde un inicio, se informó de que su estado "era incompatible con la vida" y tenía quemaduras en el cien por cien de su cuerpo.

También se teme por la vida de la joven de nacionalidad cubana Yedna B.C., de 22 años, que forma parte del personal de limpieza del hotel y sufre quemaduras en más del 90% de su cuerpo.

Hasta la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla se trasladó ayer a otra trabajadora de 28 años y se prevé que durante el día de hoy se evacue hasta la misma unidad a otra empleada del hotel, de 42 años. Ambas sufren quemaduras en más del 70% de su cuerpo.

En total, de los heridos graves o muy graves que resultaron de la explosión, además de la turista noruega fallecida y las dos trabajadoras del hotel que seguirán su hospitalización en Sevilla, hay otro varón que seguirá hospitalizado en Gran Canaria.

La investigación sigue adelante y poco se sabe aún. El conducto de gas desde la boca donde conecta el camión cisterna hasta el depósito es de solo cinco metros, una distancia nimia comparada con otras instalaciones de gas. Y desde el depósito a la zona de Spa, la distancia es de siete metros. Todo ocurrió en un área muy reducida.

Otros clientes de la misma distribuidora coinciden en acertar que las medidas de seguridad exigidas han ido en aumento en los últimos años y las inspecciones tanto de la empresa distribuidora como de las empresas de instalaciones de gas son frecuentes y periódicas.

Margarita Ramos, consejera de Industria del Gobierno de Canarias, ha dicho que se está "realizando la evaluación de lo ocurrido y elaborando los informes técnicos por parte del Instituto Canario de Seguridad Laboral y a la Inspección de Trabajo para poder determinar cuáles han sido las causas del accidente y también determinar, en todo caso, el tipo de responsabilidad que puede haber lugar". La administración canaria trabaja con la hipótesis de un accidente laboral.

La empresa distribuidora de propano, Disa, ha señalado que la fuga y la deflagración "no son imputables" a la misma. Así lo confirmaron los primeros pasos dados por la investigación en el lugar de los hechos, que determinaron que el procedimiento realizado por la empresa fueron los correctos. La fuga, según los indicios con los que se están trabajando, estaba en el conducto de cinco metros que transcurre entre la boca por la que suministra el gas y el depósito, sin que aún se haya elevado a oficial esta información.