Los encerrados en el Magerit se niegan a desocupar el centro
El Gobierno regional pone como límite esta medianoche para desalojar las instalaciones.- 350 personas se concentran ante el centro para respaldar a los afectados
Los trabajadores y familiares de usuarios que llevan encerrados en el Centro Ocupacional Magerit, en Carabanchel, desde el pasado mes de marzo han decidido mantener el encierro a pesar de que la Comunidad de Madrid les pone como límite esta medianoche para desalojar el centro. Además, han convocado otra manifestación -ya han realizado varias- el próximo jueves 16 a las seis y media de la tarde que discurrirá de la glorieta de Marqués de Vadillo hasta la plaza del metro de Oporto, donde se encuentra el centro.
El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó ayer una disposición por la que se acuerda "requerir a los ocupantes del centro ocupacional Magerit para que lo desalojen antes del término del día siguiente al de la publicación del presente acuerdo". No obstante, un portavoz de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales ha aclarado a Europa Press que si llegan las doce de la noche y la plataforma de afectados por el cierre de centros ocupacionales sigue en el interior del Magerit, el Gobierno regional pondrá el asunto en manos de los "servicios jurídicos". "No vamos a entrar a desalojarles en ningún caso", ha insistido.
Unas 350 personas se han concentrado frente al Magerit para mostrar apoyo a los familiares y trabajadores afectados por el desalojo. A la concentración, convocada por el movimiento 15-M, han acudido los diputados regionales del PSM Maru Menéndez y Carmen Sánchez Carazo y el concejal del PSOE por Carabanchel Gabriel Calle, entre otros. Se ha llegado a cortar el tráfico en torno a las 18.15 en la calle General Ricardos a la altura del numero 164, por lo que la policía ha tenido que desviar el tráfico en ambos sentidos por las calles adyacentes. Se corean lemas como "No al cierre", "PP, Espe, especulación" o "Reformas sí, cierre no" y se hacen sonar cacerolas y latas.
En conflicto comenzó el 7 de marzo, cuando el Servicio Regional de Bienestar Social publicó una resolución por la que cesaba temporal e indefinidamente la actividad no solo del Magerit, sino también de los centros Fray Bernardino y Arganda del Rey. El cierre se produjo solo tres días después, excepto en el caso del Magerit, donde se llevó a cabo el encierro. El motivo que dio la Comunidad era que los tres edificios eran antiguos y presentaban deficiencias que suponían un peligro para usuarios y trabajadores.
Trabajadores y familiares convocaron varias manifestaciones para exigir que, cuando terminasen las obras de reforma, les permitieran volver a los edificios. La consejería, por su parte, dijo que ni aportaban "pruebas ni ningún derecho" que legitimara su petición.
Los vecinos y usuarios consideran que la Comunidad manipuló unos informes técnicos externos y realizó unos propios para justificar el cierre de los tres centros, lo que para los damnificados implica la eliminación de más de 300 plazas públicas en centros de personas con discapacidad intelectual y de mayores.
Tomás Gómez, que ya estuvo visitando el centro durante el encierro, también se ha pronunciado sobre el plazo del desalojo. "Yo le pido a la Presidenta de la Comunidad de Madrid que tenga un poquito de humanidad, que se siente con estas familias, que no proceda a un desalojo por la fuerza, que se siente y que escuche cual es el problema", ha señalado el líder del PSM, que lo considera "un problema que está por encima de las posiciones políticas" y que se trata de un tema "fundamentalmente de humanidad".
Izquierda Unida también ha pedido a la presidenta electa "que garantice a los trabajadores y usarios del centro Magerit que volverán a estas instalaciones una vez que se lleven a cabo los trabajos de rehabilitación". En palabras de la parlamentaria de la Asamblea, Pepa Amat, "no parece razonable que cuando hay una comisión de seguimiento para ver cómo se solucionan estos problemas, se mande a la policía para desalojar a las personas que permanecen encerradas en el Magerit desde hace unos meses, con la argucia de un decreto de recuperación del centro".
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