Los detenidos dirigían los 'comandos legales' de ETA que actúan en España

"Los jóvenes que pudieran tener en la cabeza integrarse en ETA tienen que saber que su destino inmediato es la cárcel, porque cuando un joven está solicitando el ingreso en ETA, tiene que tener claro que está pidiendo también su ingreso en prisión", aseguró ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al referirse a las últimas detenciones de etarras. Rubalcaba utilizó esa frase redonda para destacar la vulnerabilidad de la organización terrorista y la disminución del tiempo que transcurre desde que pasan a la clandestinidad hasta que son detenidos.

Los tres etarras arrestados el pasado sábado en (Pau) Francia, Itziar Plaza, Iurgi Garitagoitia y Asier Borrero, llevaban huidos de las fuerzas de seguridad españolas 18, 12 y 6 meses, respectivamente. "Ha acabado su escapada y previsiblemente pasarán unos cuantos años en la cárcel", concluyó Rubalcaba.

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Ese breve espacio de tiempo en la actividad terrorista no impide que los tres formaran el comando más peligroso y con mayor historial criminal de los que ETA tenía en estos momentos. "Es uno de los grupos más activos de ETA, si no el más activo", explicó el ministro del Interior.

Además de la constatación de la eficacia de la presión policial, Interior asegura que la última operación en Francia ha afectado directamente al núcleo duro de la organización terrorista y ha provocado daños importantes en su estructura y su funcionamiento.

Dos de los detenidos, Garitagoitia y Borrero, eran los responsables de los llamados comandos legales que operan en España, es decir, los formados por terroristas no fichados por la policía y que mantienen una actividad normal en el País Vasco. A esos terroristas se les atribuyen la mayoría de los atentados cometidos por la organización terrorista en los últimos años.

"ETA tiene una estructura algo diferente a la de años atrás", aseguró Rubalcaba, que también señaló que "es algo que no es nuevo, que hace tiempo que venimos detectando". Ahora, la banda terrorista "se basa" en los comandos de legales, que suelen ser organizados "por algún liberado [a sueldo]" de la organización, explicó el ministro. Esa función es la que ejercían los detenidos.

Los dos detenidos se encargaban de reclutar, coordinar y dirigir esos comandos. Es decir, que las Fuerzas de Seguridad del Estado han cortado la cabeza de esos grupos. De hecho, se les incautó material previsiblemente destinado a esos terroristas no fichados, incluidos 6.000 euros en metálico. El pasado 22 de junio fueron detenidos tres presuntos miembros del comando Mikelats en Astigarraga y Usurbil con 75 kilos de explosivos y el auto de prisión aseguraba que eran legales a las órdenes directas del jefe del aparato militar de ETA.

La operación sigue abierta, precisamente, para intentar obtener información sobre esos comandos con los que tenían relación directa los detenidos. Las Fuerzas de Seguridad analizan también los documentos y el material informático hallado en el coche para buscar esos datos. También para intentar esclarecer la autoría directa de los últimos atentados.

La mujer detenida, Itziar Plaza, es además una de las jefas de ETA, con un papel decisivo en el llamado aparato militar, el que en los últimos años está resultando más vulnerable para las Fuerzas de Seguridad del Estado. Los investigadores intentan determinar también su papel exacto en la cúpula etarra.

Ninguno de los tres detenidos el pasado sábado supera los 30 años pero, según la versión oficial, el dato no supone que los terroristas se incorporen ahora más jóvenes a la actividad terrorista, sino que cada vez son detenidos antes.

Del material incautado, Interior deduce también las dificultades operativas de los etarras en suelo francés. Por ejemplo, transportaban material de acampada y de ahí el ministro dedujo ayer la posibilidad de que tengan dificultades para encontrar pisos en Francia donde ocultarse. "O bien no tenían piso, o bien compaginaban el piso y el monte", aseguró el ministro del Interior.

Sobre Iurgi Garitagoitia, Rubalcaba aseguró que "hay indicios que le relacionan con los asesinatos" del empresario Inaxio Uria y el ex concejal del PSE de Mondragón Isaías Carrasco, aunque la investigación aún "se está desarrollando".

A Itziar Plaza, por su parte, se le imputan al menos 20 acciones terroristas en seis años, siempre según la información oficial.

En los últimos 22 meses se han producido un total de 18 detenciones de etarras, según los datos manejados por Interior. No obstante, el ministro terminó su rueda de prensa asegurando que "ETA puede matar y lo volverá a intentar".

El mismo tono de indisimulado optimismo lo utilizó ayer el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, quien aseguró que "al paso que van, no va a quedar ningún etarra por ahí suelto".