De camarero a delfín de Jesús Gil
Julián Muñoz acumula más de 40 procesos judiciales previos a la Operación Malaya
En agosto de 2003, cuando fue derrocado de la alcaldía por una moción de censura, Julián Muñoz aseguró que todo se debía a "una trama por el control del urbanismo de Marbella".
De lo que hasta el momento ha trascendido sobre las investigaciones de la Operación Malaya, se desprende que efectivamente aquella moción la urdió Juan Antonio Roca, el ex gerente de Urbanismo a quien Muñoz acababa de destituir después de alcanzar un acuerdo con la Junta de Andalucía para elaborar un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) acorde a la legislación autonómica, y que los 14 concejales que la firmaron se han beneficiado después de las comisiones que el cerebro de la trama, una vez repuesto, cobró a promotores y empresarios a cambio de licencias y recalificaciones.
Pero según el juez, la trama de corrupción se había instaurado en Marbella desde mucho antes de la llegada de Marisol Yagüe a la alcaldía, y Roca había maniobrado a su antojo desde que en 1995 Jesús Gil le dio plenos poderes sobre el urbanismo. Y en parte de ese tiempo quien estuvo al frente del Ayuntamiento fue Julián Muñoz, a quien le cabe el deshonor de ser el cargo público que más procesos judiciales tiene abiertos en España. Por eso su detención no sorprende tanto, aunque ha sido una de las incógnitas sobre las que más pronósticos se han realizado en la ciudad desde que en marzo se produjeron los primeros arrestos por la trama de corrupción en Marbella.
Julián Muñoz, nacido en Ávila hace 58 años, llegó a Marbella en busca de fortuna en la década de los ochenta. Empezó a trabajar como camarero, pero su ascensión no fue empresarial, sino política. En 1991 salió elegido concejal por el Grupo Independiente Liberal (GIL) y obtuvo un primer cargo, concejal de Fiestas, que si bien era de índole menor, le hizo muy popular en la ciudad. En 1995 ya formó parte de la comisión de gobierno, y en septiembre de 1998, cuando dimitió Pedro Román, que fuera brazo derecho de Jesús Gil, éste le nombró primer teniente de alcalde.
En mayo de 2002, cuando el Tribunal Supremo ratificó la condena a 28 años de inhabilitación contra Jesús Gil por el caso camisetas, Muñoz fue investido alcalde. En aquel momento, la oposición política, tan castigada por las formas y el estilo de Gil, saludó el relevo e incluso se mostró confiada en que las cosas empezaran a cambiar. Poco después, se hizo pública la relación de Muñoz con Isabel Pantoja, lo que le convirtió en uno de lo personajes preferidos de la llamada prensa del corazón.
En las elecciones de 2003, con Muñoz de candidato, el GIL revalidó la mayoría absoluta. Se cuenta que entonces quiso tomar alas propias y se enemistó con Gil y con los concejales de su grupo, que acabarían rebelándose contra él. Apenas le dejaron dos meses en la alcaldía hasta que le presentaron la moción de censura, el mismo día que destituyó a Roca.
Apenas estuvo 14 meses de alcalde, pero la mayoría de sus problemas judiciales datan de la etapa en la que fue primer teniente de alcalde, porque presidía por delegación de Gil las comisiones de gobierno. Ha sido condenado en dos ocasiones por delito urbanístico por sentencias de 1996 y 1998. Una condena ya es firme a seis meses de prisión, por la que tiene solicitado el indulto, trámite que le ha evitado de momento ingresar en prisión. La otra sentencia, de un año de cárcel, está pendiente de recurso.
En junio se sentó de nuevo en el banquillo por la misma causa en un procedimiento por el que el fiscal pidió dos años de prisión que aún está pendiente de sentencia. Y está inmerso en unos 40 procedimientos, 11 de los cuales ya están calificados pendientes de juicio.
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