El "calvario" de Aragón

Todo el mundo en Sevilla sabe que asistir a un burladero en La Maestranza no es precisamente buscar el anonimato sino más bien todo lo contrario. Todos los periódicos de Sevilla publican a diario varias páginas a modo de álbumes fotográficos con los personajes de todo tipo que se dejan ver por la Puerta del Príncipe a la entrada o salida del festejo, en los refugios del callejón del coso maestrante o en las localidades de barrera de sombra.

Si Manuel Aragón, magistrado del Tribunal Constitucional, retratado el pasado domingo en un burladero en la corrida de Miura no lo sabía, seguro que ya se ha enterado. Así lo lamentaba ayer el magistrado en Santander al afirmar que le molesta "profundamente" y que es "una pena y un calvario" aparecer en los medios de comunicación, según recogía Efe. "Yo no quisiera que se hablase de mí, ni siquiera bien. No digamos si se habla mal", añadía.

Y es que a raíz de su paso por Sevilla, el último día de la Feria de Abril, el magistrado Aragón, junto a sus compañeros Guillermo Jiménez y Ramón Rodríguez Arribas, han sido protagonistas retratados de una historia -el fallo al recurso del Estatuto de Cataluña- que se dilata cuatro años.

Aragón y Rodríguez Arribas no son muy conocidos en Sevilla; si llegan a serlo, habrían sido objeto de más paparazzi. Pese a escoger el último día de feria para asistir a una caseta, un día de escaso público, lo hicieron a una de las calles del recinto más concurridas, Joselito El Gallo. Y a la caseta de personajes muy conocidos de Sevilla, caso del que fue su anfitrión, el empresario y cogerente de la Empresa Pagés, Ramón Valencia, socio de la caseta, de la que también forman parte el ex presidente de la Junta de Andalucía José Rodríguez de la Borbolla, o el abogado y empresario Juan Salas Tornero.

De todas formas tuvieron suerte los magistrados, ya que el aperitivo-cena, tras la corrida, lo tomaron en el restaurante La Isla, del que es habitual el propietario del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, envuelto últimamente en asuntos judiciales.