La asamblea de Barcelona convoca una manifestación ante el Parlamento

Una asamblea celebrada a media tarde de ayer por los asistentes a la concentración de Barcelona decidió convocar para el próximo 15 de junio una manifestación que concluya ante el Parlamento catalán.

La protesta en la plaza de Catalunya de la capital catalana vivió momentos de distinta intensidad a lo largo de la jornada. Por la mañana, el ambiente era familiar y festivo. Hacia las dos de la tarde, pequeños grupos de concentrados se tumbaron ante tres de las cuatro puertas de unos grandes almacenes situados en la plaza, dificultando así el paso de los clientes. Al poco rato abandonaron esta acción de protesta. Al mediodía, la comisión de cocina ofrecía arroz y macarrones con verduras así como fruta que le había regalado vecinos de la ciudad.

La afluencia masiva llegó a cortar el tráfico en algunas calles de Valencia

A las seis de la tarde, cuando ya había unas 4.000 personas, se celebró una asamblea "de reflexión" en la que los ciudadanos tomaban libremente la palabra. Ahí fue donde se decidió convocar para mediados de junio una manifestación que termine ante el Parlamento.

A las 21.00 comenzó una estruendosa cacerolada en la que participó la mayoría de los asistentes, unos 6.000 según la Guardia Urbana. En la noche del viernes habían acudido a la misma plaza 8.000 vecinos.

En Valencia, la asamblea celebrada a última hora de la tarde en la plaza del Ayuntamiento fue la más numerosa de los últimos días. Los asistentes rebasaron la isleta central de la plaza (4.000 metros cuadrados) y cortaron el tráfico de algunos de los carriles circundantes debido a la gran afluencia de ciudadanos.

Durante la jornada, miles de vecinos se acercaron a la plaza para solidarizarse con las reivindicaciones planteadas.

En Bilbao no había convocada asamblea pero a las 20.00, como en días anteriores, cerca de 3.000 personas se concentraron frente al teatro Arriaga. Durante toda el día, cientos de ciudadanos indignados tomaron parte en los talleres organizados para mantener viva una acampada en la que han ido aumentando las pancartas.

En la Virgen Blanca de Vitoria se reunieron más de 1.500 personas que previamente habían participado en una manifestación improvisada que, ante la advertencia de la Ertzaintza sobre posibles multas, acabó reconvertida en paseo.En Sevilla, en la plaza de la Encarnación se congregaron anoche, según los organizadores, unas 10.000 personas, una multitud que evitó cualquier enfrentamiento con la policía. Una gran pancarta presidía la concentración, de carácter reivindicativo pero también festivo: "El pueblo declara ilegal a la Junta Electoral", rezaba. En Málaga, la afluencia bajó desde los 7.000 manifestantes del viernes a unos 500. En Granada, unas 2.000 personas volvieron a reunirse en la plaza del Carmen.

En Galicia, los actos lúdicos y la ausencia de incidencias caracterizaron las acampadas de indignados. La participación bajó significativamente con respecto al momento de mayor afluencia, el viernes por la tarde, cuando se concentraron más de 3.000 personas. Los principales focos fueron Vigo, Santiago, A Coruña y Ferrol, donde el movimiento va creciendo desde el jueves, cuando acamparon por primera vez. En Santiago, la relación con la policía fue incluso "cordial", según algunos jóvenes que pasaron la noche del viernes en la plaza del Obradoiro.

En Palma de Mallorca acudieron a la concentración más de 2.000 personas.